El conflicto bélico que ocurre entre India y Pakistán volvió a escalar esta semana, luego de un intercambio de fuego que dejó más de 50 muertos, pero todo empeoró cuando ambos gobiernos se responsabilizan mutuamente por ataques militares y atentados que se concentraron en la región fronteriza de Cachemira.
De todas formas, en Nueva Delhi se responsabiliza a Pakistán por un atentado que se llevó a cabo el 22 de abril en el lado indio de Cachemira, donde murieron 26 turistas. Tras esto India lanzó el miércoles bombardeos sobre supuestas posiciones terroristas al otro lado de la frontera.
Por el lado de Islamabad, denunciaron que esos ataques dieron lugar a la muerte de cinco civiles, entre ellos una niña de dos años, ante esto Pakistán respondió con una ofensiva que incluyó artillería y drones, mientras acusaba a su vecino de alimentar una “histeria bélica” pese a que ambos países sostienen que no buscan una escalada mayor.
La violencia no frena: el conflicto se extiende a zonas pobladas
El intercambio de ataques se desplazó desde los puestos fronterizos hacia ciudades más alejadas en las últimas 72 horas, en la región India de Punyab, en las cercanías de Amritsar, se activaron las sirenas de alerta durante más de dos horas, y decenas de turistas debieron abandonar la ciudad bajo explosiones y cortes de electricidad.
En el Templo Dorado o templo sij, las autoridades declararon la emergencia local porque debieron reforzar la seguridad ante la posibilidad de un nuevo bombardeo, transformando esta situación en uno de los conflictos más graves desde Kargil en 1999, también centrado en Cachemira.
Asimismo, India afirmó haber sido blanco de drones turcos en varias ciudades y acusó a Pakistán de emplear tecnología extranjera para atacar bases militares, pero desde el gobierno indio no tardaron en responder atacando radares y sistemas de defensa paquistaníes en los alrededores de Lahore, esto podría traer mayores consecuencias.
Más allá de los límites tradicionales del conflicto y en Delhi endurecieron su postura interna
Algunas fuentes citadas por la agencia Reuters sostuvieron que también se observaron luces y detonaciones en Jammu, mientras varias zonas quedaron sin energía eléctrica. En Sriagar, capital de verano de la región en disputa, ocurrieron varias explosiones en las cercanías del aeropuerto.
Por otra parte, el exjefe de la Fuerza Aérea y actual director del Centro de Estudios sobre el Poder Aéreo, Anil Golani, remarcó la presión que recae sobre Islamabad pese a que India recibió cierto respaldo global, se prevé que Pakistán responda por razones políticas y sociales.
En tal caso, el gobierno del Territorio Capital Nacional de Delhi endureció su postura interna porque a través de una orden oficial fechada el 8 de mayo, se suspendió la concesión de permisos a los empleados públicos hasta nuevo aviso, buscando reforzar la disponibilidad del aparato estatal frente a una posible emergencia.
Un territorio con mayoría musulmana: la disputa por Cachemira
Para hablar de este conflicto entre India y Pakistán, nos remontamos primero al año 1947 que fue cuando se llevó a cabo la independencia, desde allí tuvieron tres guerras, en las que dos de ellas se dieron por el control de Cachemira.
Este territorio montañoso, de mayoría musulmana, está dividido entre ambos países, pero cada uno reclama su soberanía total. En esta oleada de violencia se desencadenó un ataque terrorista en suelo indio que Nueva Delhi señala al grupo Lashkar-e-Taiba, una organización con base en Pakistán.
Aunque Islamabad negó cualquier vínculo y pidió una investigación internacional, por ello la respuesta militar de India no tardó en llegar. Sin embargo, se reportan víctimas civiles en la parte pakistaní de Cachemira: al menos cinco muertos, entre ellos un infante, y decenas de heridos por culpa de los bombardeos indios en la madrugada del viernes.