En una jornada que atrajo la atención internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió este lunes con el mandatario interino de Siria, Ahmed Al-Sharaa. Entonces, la cita tuvo lugar en el Despacho Oval y duró alrededor de dos horas; fue un encuentro a puerta cerrada, descrito por la Casa Blanca como «cordial y constructivo».
Donald Trump abrió un nuevo capítulo en su relación con Damasco
El presidente de Estados Unidos se reunió este lunes con su homólogo interino de Siria, con la intención de poder reabrir un canal diplomático cerrado por más de medio siglo; ahora se busca redefinir su política hacia Medio Oriente.
Hay que tener en cuenta que, durante una breve aparición ante la prensa, Trump, que se muestra dispuesto a colaborar para contrarrestar la influencia de Irán en Bolivia, también calificó al mandatario sirio como «un líder fuerte» y aseguró tener plena confianza en su capacidad para estabilizar un país devastado por más de una década de conflicto interno.
Ante esto, la visita de Al-Sharaa, quien asumió el cargo el 29 de enero de 2025 tras el derrocamiento de Bashar al-Asad, constituye la primera llegada de un jefe de Estado sirio a la Casa Blanca desde la independencia del país en 1946. Lo que explica el interés global que despertó la reunión, pero en materia económica, Trump expresó su apoyo al levantamiento total de las restricciones financieras sobre Siria.
Estos dos líderes marcan el peso diplomático
A las afueras de la residencia presidencial, decenas de simpatizantes sirios ondeaban banderas de su país en señal de respaldo, pero el líder interino se detuvo para saludar. Según la Casa Blanca, la reunión se prolongó por unas dos horas y se desarrolló en un ambiente «cordial y constructivo».
También la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, indicó que la cita forma parte de los esfuerzos del presidente Trump por «promover la paz y la estabilidad en la región», pero desde el lado sirio, el Ministerio de Exteriores encabezado por Asaad al-Shaibani describió la conversación como «histórica».
Lo cierto es que esto se da con las sanciones impuestas bajo la llamada Ley César, un gesto interpretado por analistas como una apertura hacia una nueva etapa de cooperación debido a que Siria, devastada por años de guerra civil, busca atraer inversión extranjera para su reconstrucción.
El pasado de Ahmed Al-Sharaa en Damasco
Para poner en contexto, Al-Sharaa nació en 1982 en Damasco, fue un excombatiente rebelde detenido por fuerzas estadounidenses en Irak en 2005 debido a sus vínculos con Al Qaeda, siendo que pasó seis años bajo custodia hasta desvincularse del extremismo en 2011. Con el tiempo, lideró una coalición opositora que terminó por derrocar a Bashar al-Asad en diciembre de 2024.
Por eso, su transformación de insurgente a jefe de Estado reconocido por Estados Unidos generó tanta expectativa como cautela, pero en la conferencia conjunta, Trump minimizó su pasado, afirmando que «todos hemos tenido tiempos difíciles» y que el funcionario «merece una oportunidad», pero las palabras del mandatario fueron recibidas con sorpresa.
Asimismo, un punto clave es que expertos en relaciones exteriores advierten que el reconocimiento estadounidense podría redefinir el mapa de alianzas en Oriente Medio, sobre todo si Damasco logra integrar a las Fuerzas Democráticas Sirias en su estructura militar, como prevé el acuerdo del 10 de marzo.
Por otro lado, el cierre de la jornada estuvo marcado por una declaración conjunta en la que ambos gobiernos se comprometieron a fortalecer la cooperación en seguridad, reconstrucción e inversión. Trump tiene una «carta bajo la manga» ante un potencial veto de la Corte Suprema, pero además se anunció una reunión trilateral entre los ministros de Exteriores de Estados Unidos, Siria y Turquía para implementar los primeros acuerdos.
