La Cámara de Diputados de la Nación en el Congreso argentino protagoniza una de las sesiones más tensas del año debido a los vetos presidenciales de Javier Milei a las leyes que garantizan financiamiento adicional para las universidades públicas y para el Hospital Garrahan. La oposición logró el quórum, pero la particularidad de esta jornada es que las votaciones se realizarán por separado, una decisión clave de cara a las elecciones de octubre.
Diputados cuestionan el manejo financiero de las universidades
La diputada del PRO, Silvana Giudici, anticipó que su espacio acompañará al Gobierno: “La educación pública es central para nosotros, pero lo que se discute en el recinto es otra cosa”, sostuvo, al remarcar que existen datos de transferencias a las universidades que no pueden ser ignorados.
Silvia Lospennato manifestó su rechazo a los vetos, pero según la legisladora, la falta de una ley de presupuesto desde hace dos años representa una violación a la Constitución (esta fue la decisión de la Cámara de Diputados). “Para hablar de responsabilidad o irresponsabilidad fiscal, primero hay que cumplir con la Constitución”, enfatizó durante su intervención.
A lo que agregó: «Hace dos años que este Congreso no tiene Ley de Presupuesto. Esa es la primera violación a la ley de administración financiera que debiera preocuparnos a todos».
A esta postura se sumó la diputada Patricia Vásquez, también del PRO, quien defendió la educación pública, pero cuestionó el manejo financiero de las universidades, siendo que su propuesta incluyó la posibilidad de arancelar a los estudiantes extranjeros, al sostener que uno de cada tres egresados proviene de fuera del país.
El papel de la oposición en defensa de salud y educación
Esta decisión, anunciada tras un cuarto intermedio, habilitó la estrategia opositora para intentar reunir los dos tercios en cada caso, siendo que, mientras en el tema Garrahan la oposición confía en alcanzar la mayoría, la situación en torno a las universidades es más incierta.
Cabe mencionar que el diputado Miguel Ángel Pichetto, de Encuentro Federal, subrayó que el Congreso actuó con sensibilidad para evitar lo que calificó como una “crisis terminal” del sistema universitario y del hospital pediátrico.
En la misma línea, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, apeló a los legisladores del norte para que defiendan las oportunidades de los jóvenes y la salud infantil: “Les pido humildemente a los diputados del NOA y NEA que defiendan a sus universidades y al Garrahan”, expresó.
Desde la UCR, el neurocientífico y diputado Facundo Manes llamó a votar con sentido común y humanismo; por eso en su intervención afirmó que resulta insólito que en pleno siglo XXI se debata si la educación y la salud deben ser prioridad. «Esta polarización nos lleva a más decadencia y a más sufrimiento innecesario de nuestro pueblo», sostuvo el funcionario.
El desafío de alcanzar los votos necesarios en el Congreso
En el caso del Garrahan, la votación previa mostró una mayoría de 159 votos positivos contra 67 negativos y 4 abstenciones, con lo que la oposición confía en ratificar esa tendencia. Incluso esperan sumar a legisladores que antes se habían abstenido.
En cambio, la situación de las universidades presenta un panorama más ajustado debido a la movilización que se generó y a que la aprobación inicial alcanzó 158 votos a favor y 75 en contra, pero no logró los dos tercios. Allí, hay que prestar atención a los ausentes y a posibles cambios de postura de quienes se abstuvieron.
Los radicales mendocinos Lisandro Nieri y Pamela Verasay, además de referentes opositores que podrían inclinar la balanza, diputados como Ricardo López Murphy y Fernando Iglesias cuestionaron la organización del sistema universitario (FGR tendrá nuevo titular de control), mientras que dirigentes como Rodrigo de Loredo y Danya Tavela reafirmaron que el financiamiento a la educación y la salud no puede ser materia de ajuste fiscal.