Las fuerzas de Estados Unidos detuvieron este sábado el buque petrolero Centuries frente a la costa de Venezuela; el hecho ocurre bajo las órdenes directas de la administración de Donald Trump, quien intensificó el bloqueo marítimo para asfixiar las finanzas del Palacio de Miraflores. Esto eleva el conflicto en el Caribe ante la vigilancia de la Guardia Costera estadounidense, lo que profundiza la crisis en la relación bilateral.
La operación ‘Lanza del Sur’ y el bloqueo marítimo
La confirmación oficial del operativo llegó a través de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien detalló que la Guardia Costera, apoyada por el Departamento de Guerra, interceptó la nave en el mar Caribe, antes del amanecer de este 20 de diciembre, que había atracado por última vez en Venezuela.
«Estados Unidos continuará persiguiendo el tráfico ilícito de petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región», escribió Noem en su cuenta oficial, teniendo en claro que el discurso oficial de la administración Trump sostiene que estas operaciones buscan frenar actividades ilegales vinculadas al financiamiento del crimen organizado.
En la misma línea, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, remarcó que el bloqueo a los petroleros sancionados seguirá vigente «hasta que la empresa criminal de Maduro devuelva todos los activos estadounidenses robados». Además, confirmó que las interdicciones forman parte de la llamada Operación Lanza del Sur, ejecutada junto con la Guardia Costera.
Datos del buque y antecedentes de otras operaciones de Estados Unidos
Según informó The New York Times, el buque interceptado es el Centuries, de bandera panameña, con una eslora de más de 333 metros y una manga de 58 metros, pero la nave habría zarpado de Venezuela entre la noche del viernes y la madrugada del sábado con destino a Asia, cuando fue detenida en el Caribe.
Un funcionario norteamericano citado por The Associated Press explicó que se trató de un «abordaje aceptado», en el que el petrolero se detuvo voluntariamente y permitió la inspección, pero fuentes del sector petrolero venezolano indicaron que la carga pertenecería a una empresa china que desde hace años transporta crudo venezolano a refinerías de ese país.
De acuerdo con el NYT, el Centuries no figura en la lista de petroleros sancionados del Departamento del Tesoro y no tendría vínculos conocidos con Irán. Aun así, la intercepción se inscribe en una serie de medidas adoptadas por Washington desde que Trump anunció el bloqueo de petroleros que entren o salgan de Venezuela.
El impacto político y logístico del operativo
La detención del Centuries se suma a la del buque Skipper, ocurrida el pasado 10 de diciembre, pero el impacto político de estas medidas busca cortar el flujo de divisas hacia el gobierno de Nicolás Maduro, quien le ordenó a la Armada venezolana escoltar a los tanqueros para evitar este tipo de capturas, pero en este caso el buque se detuvo voluntariamente.
Esta nueva táctica de presión no solo se limita a la incautación de crudo, sino que incluye una fuerte presencia militar en el hemisferio occidental, pero la administración republicana justifica este despliegue como una medida necesaria dentro de lo que denominan un «conflicto armado» contra cárteles; pero hasta el momento, estas operaciones resultaron en el hundimiento de casi 30 embarcaciones menores y el despliegue de naves de guerra.
«Se llevaron todos nuestros derechos energéticos… y los queremos de vuelta», declaró el mandatario ante la prensa, indicando que la política pública de su gobierno no permitirá el paso de ninguna embarcación que contribuya a fortalecer la estructura económica del chavismo; ellos sostienen que defienden su soberanía. Por eso, Trump vinculó estas acciones con la intención de recuperar inversiones perdidas hace años en suelo venezolano.
