Estados Unidos endureció su postura frente a estudiantes internacionales provenientes de China, siendo la medida, comunicada esta semana por el secretario de Estado Marco Rubio que incluye la revocación de visados para ciertos estudiantes chinos, en especial aquellos que están vinculados a campos académicos estratégicos o posiblemente relacionados con el Partido Comunista.
Cabe mencionar que este cambio llega en un contexto de conflicto entre Washington y Pekín, que ya vivió episodios similares durante la administración Trump. En ese entonces, se alegaron razones de seguridad nacional para dificultar el acceso de estudiantes chinos a instituciones estadounidenses.
La relación entre ambas naciones viene siendo complicada debido a los aranceles, debido a esto la reacción de China no se hizo esperar, fue a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno expresó su malestar ante lo que considera una acción “irracional” que dificulta los intercambios culturales y académicos entre ambas naciones.
El portavoz del Ministerio de Exteriores da una respuesta firme desde Pekín
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, condenó la medida, indicando que se trata de una decisión “políticamente motivada y discriminatoria”. En su declaración indicó que la cancelación de visas con base en ideologías representa una grave infracción a los derechos de los ciudadanos chinos afectados.
Asimismo, Pekín presentó una protesta formal ante el gobierno estadounidense y expresó su “firme oposición” al enfoque de visado. También Mao, la decisión “daña de manera grave los derechos e intereses legítimos” de los estudiantes, y perjudica los lazos educativos que históricamente unieron a ambas potencias.
En ese sentido, China decidió cuestionar la coherencia de Estados Unidos al promover valores como la apertura y la libertad, pero hasta el momento de manera contraria con políticas restrictivas que afectan de manera directa a jóvenes en formación.
Las universidades entran en conflicto y comienzan a reaccionar
En el marco de este cambio en la política migratoria estadounidense coincide con nuevos conflictos entre la administración de Trump y varias instituciones académicas, entre ellas la Universidad de Harvard, que enfrenta situaciones judiciales como que lleva a juicio la decisión del gobierno sobre la prohibición de estudiantes extranjeros
Esto se debe a que el republicano cuestionó la presencia masiva de estudiantes extranjeros en dicha institución y propuso reducir su proporción al 15% porque Harvard cuenta con más de 10 000 estudiantes internacionales, de los cuales 2.126 provienen de China. Sin embargo, la decisión de restringir sus visas podría afectar a esta comunidad, que representa una parte importante de la vida universitaria en Estados Unidos.
En Hong Kong, la Universidad de Ciencia y Tecnología ofreció facilitar el traslado de alumnos afectados por las restricciones, destacando el potencial de la ciudad como nuevo destino académico frente a la incertidumbre en EE.UU.
Hong Kong espera captar a parte del contingente afectado por las políticas de EE.UU
Dentro de este panorama, regiones como Hong Kong aprovechan para atraer a los estudiantes desplazados, John Lee, jefe de gobierno local, afirmó que la ciudad puede recibir a quienes sufran discriminación en otros sistemas educativos, reforzando su imagen como destino académico global.
En el 2022, Hong Kong puso en marcha un programa de visas para contrarrestar la fuga de talento porque con universidades bien posicionadas en rankings internacionales, como la Universidad de Hong Kong, la ciudad espera captar a parte del contingente afectado por las políticas estadounidenses.
Algunos estudiantes que planeaban aplicar a universidades en EE.UU están reconsiderando su destino. De todas formas, ya en 2019 el Ministerio chino de Educación había advertido sobre las dificultades de obtener visados en el país norteamericano pero la tendencia actual parece confirmar aquellos temores y profundiza la percepción de no ser bienvenidos en ese país.
