Las autoridades rusas aseguraron que Putin está preparado y dispuesto a recibir a Donald Trump en el Palacio del Kremlin, para continuar con las conversaciones iniciadas en el encuentro bilateral que ambos mandatarios compartieron en Alaska en el mes de agosto.
Esperan a Trump en Moscú
Habiendo pasado más de un mes desde que se realizó la cumbre bilateral en Alaska, desde el Palacio del Kremlin garantizaron que la invitación acercada por el presidente Vladimir Putin a su homólogo de los Estados Unidos, Donald Trump, para que viaje a Moscú, sigue estando activa y a la espera de respuesta.
La noticia fue divulgada por el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, quien declaró en una entrevista otorgada a la agencia de noticias TASS, que “La invitación sigue en pie. Putin está dispuesto y se alegrará de reunirse con el presidente Trump”.
No hay respuesta
En la entrevista, el funcionario ruso explicó que «pese a unas contradictorias declaraciones» sobre Rusia, el inquilino de la Casa Blanca «mantiene el deseo de contribuir a la solución del conflicto ucraniano y la voluntad política para ello». Peskov agregó que «eso es lo más importante».
La relación entre Moscú y Washington pasa por un momento complejo, luego de que desde el Palacio del Kremlin señalaron como un «error» el alentar a que Ucrania busque la recuperación de los territorios ocupados, algo que sugirió el propio Donald Trump cuando se presentó ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
En la jornada del sábado, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, anticipó que Washington y Moscú llegaron a un acuerdo para celebrar una tercera ronda de conversaciones para la normalización de las relaciones, que se dará durante el otoño en el hemisferio norte.
Trump pierde la paciencia con el Kremlin
El dirigente estadounidense dio un inesperado giro al presentarse en el Debate General de la ONU el pasado martes. Al subir al estrado, Trump sugirió que Ucrania podría no solo recuperar todas las regiones que fueron militarmente ocupadas por Rusia, sino que incluso podría «ir más allá».
“El presidente se está volviendo cada vez más impaciente con los rusos porque siente que no están aportando lo suficiente para poner fin a la guerra”, explicó James David Vance a un grupo de periodistas mientras se encontraba en Carolina del Norte.
“Si los rusos se niegan a negociar de buena fe, creo que será muy, muy malo para su país”, añadió el vice de Trump.
Aparentemente, en una reunión celebrada el pasado miércoles en Nueva York, el líder de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, habría increpado a su par ruso, Serguéi Lavrov, exigiendo que «cesen las matanzas» en Ucrania y que Moscú «tome medidas significativas hacia una solución duradera», según informó el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
En dicho encuentro, Lavrov habría contestado, a través de una nota del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, que “el carácter inaceptable de los planes promovidos por Kiev y algunas capitales europeas destinados a prolongar el conflicto”.
En horas de la mañana del domingo, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, elogió el inesperado cambio de postura de Trump en relación al conflicto en el este de Europa, al mismo tiempo que señaló la incapacidad de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, para garantizar la seguridad de su país por sí sola.
“Debido a que las instituciones internacionales son demasiado débiles, esta locura continúa. Incluso formar parte de la alianza militar de larga data (OTAN) no significa automáticamente que se esté a salvo”, aseguró Zelensky ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
