En una afirmación que despierta impacto a nivel internacional, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reconoció de manera pública una maniobra que durante meses fue objeto de rumores. Lo hizo a través de un video difundido el jueves, donde justificó una polémica táctica militar dentro del conflicto en Gaza.
El mandatario expresó en sus palabras que incentivaron a facciones armadas en Gaza que no están alineadas como Hamás. En ese sentido, se argumentó que esta acción, fue impulsada por asesores de seguridad, que tuvieron como propósito principal “salvar vidas de soldados” israelíes al generar divisiones dentro del territorio enemigo.
Por su parte, las repercusiones políticas no se hicieron esperar, ya que el anuncio coincidió con un aumento de las tensiones internas en Israel, tanto en el ámbito militar como en el político, lo que provocó nuevas fracturas en la coalición de gobierno.
Las acusaciones que ocurren entre líderes políticos
Al revelar esto, hay que remarcar que fue precedida por una dura denuncia realizada por el exministro de Defensa y actual líder opositor Avigdor Lieberman. En una entrevista radial, acusó al gobierno de haber entregado armas a clanes criminales en Gaza, sin aprobación del gabinete de seguridad.
Una figura destacada como Lieberman, en el Parlamento israelí por su partido nacionalista ‘Yisrael Beitenu’, aseguró que el armamento provino de manera directa de órdenes de Netanyahu y que esta estrategia no contaba con el respaldo formal del Estado, que en sus declaraciones agravaron el debate sobre la legalidad y moralidad de estas acciones encubiertas.
Debido a esto la tensión escaló el Parlamento, alianzas opositoras como ‘Yes Atid’ se sumaron a una moción que exige disolver la legislatura. Sin embargo, incluso partidos de la coalición gubernamental amenazaron con apoyar la medida si no se promulga una ley de excepción militar para los ultraortodoxos.
Milicias emergentes en Rafah: ¿quién es Yasser Abu Shabab?
En el marco de los últimos meses, la figura que generó notoriedad en el sur de la Franja se llama Yasser Abu Shabab, identificado como líder de un grupo denominado “Fuerzas Populares”. Según algunas fuentes, este grupo fue vinculado con saqueos de ayuda humanitaria y con actos de violencia contra civiles.
Bajo este aspecto, Abu Shabab niega cualquier relación con Israel, informes de medios como Haaretz y The New York Times indican lo contrario, pese a quienes señalan que habría recibido armas y equipamiento táctico directamente desde el Ejército israelí.
A través de redes sociales, el grupo que lidera se presenta como una fuerza de seguridad comunitaria. De todas formas, tanto ONG locales como Hamás lo acusan de generar caos y colaborar con el asedio israelí, sobre todo en zonas como Rafah y Khan Younis.
Informes que delatan una evidencia visual, pero marcan negaciones públicas
Bajo este aspecto, la polémica creció cuando circularon en redes sociales imágenes de supuestos militantes de estas milicias portando fusiles, cascos y chalecos antibalas. En ese sentido, algunos uniformes tenían la inscripción “Servicio Antiterrorista”, lo que generó sospechas sobre su origen.
Por tal motivo muchas ONG decidieron advertir que estos grupos también estuvieron involucrados en el robo de alimentos, medicinas y otros insumos destinados a la población civil. Por eso, las denuncias apuntan a que las fuerzas israelíes habrían permitido estas acciones al no intervenir en momentos críticos.
Desde las “Fuerzas Populares” emitieron un comunicado rechazando lo publicado por los medios israelíes que son los que alegan, que no recibieron apoyo de ninguna potencia extranjera y califican acusaciones como una campaña para deslegitimados frente a la comunidad palestina. Más allá de todo, el portavoz militar indicó esta semana que enfrentan un déficit superior a los 10 000 soldados, de los cuales unos 6 000 corresponden a unidades de combate activas.
