El Papa León XIV lanzó el mensaje en su reciente discurso ante representantes de diversas confesiones y religiones, el Pontífice destacó que una de sus prioridades importantes es trabajar por la restauración de la comunión plena entre quienes comparten la fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Bajo este aspecto, la Sala Clementina del Palacio Apostólico, donde asistieron figuras importantes del cristianismo oriental y occidental, así como líderes de religiones no cristianas. Esta convocatoria que reunió a delegaciones del judaísmo, islam, hinduismo, budismo y otras confesiones, mantiene un gesto importante de apertura.
Por otro lado, junto a los líderes como Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, y Teófilo III, Patriarca Ortodoxo de Jerusalén, el Papa indicó que la fidelidad a Cristo es el camino hacia la unidad entre creyentes en donde afirmó que “cuanto más obedientes somos al Señor, más cercanos estamos entre nosotros”.
Las prioridades del nuevo papado: se revela el pilar de su pontificado
Las prioridades del nuevo papado fueron establecidas en este encuentro donde se reveló que uno de los pilares de su misión es construir una iglesia que, fiel al Evangelio, sirva como fermento de reconciliación entre religiones y culturas.
Sin embargo, León XIV dejó claro que la comunión cristiana y el diálogo interreligioso no son caminos separados, sino que van en paralelo hacia la paz. En ese sentido, el sumo sacerdote recordó el lema de su ministerio episcopal “In Illo uno unum”, tomado de San Agustin, como testimonio de su compromiso con la unidad.
Según explicó, la comunión entre los fieles sólo se alcanza en la medida con la unidad también la comunión entre los fieles sólo se alcanza en la medida en que todos converjan en Jesucristo, lo que implica rezar y trabajar en conjunto. La elección de referirse al Concilio de Nicea, del que pronto se cumplirán 1700 años, no fue fortuita.
León XIV destacó su deseo de apertura con todos los creyentes
El nuevo líder de la Iglesia católica hizo hincapié en continuar el proceso sinodal iniciado por su antecesor, Francisco, en busca de una iglesia menos vertical pero más participativa. León XIV, expresa que la sinodalidad y ecumenismo no se puede construir una comunión verdadera sin escuchar las voces diversas dentro y fuera de la iglesia.
Asimismo, el Santo Padre destacó su deseo de fortalecer esa apertura con todos los creyentes, agregando aquellos que practican otras religiones. “Hoy es tiempo de construir puentes”, afirmó, y agradeció la presencia de representantes de credos no cristianos que comparten la inquietud de encontrar a Dios.
Bajo este aspecto, el espíritu de fraternidad universal fue inspirado por iniciativas previas como el Documento de Abu Dhabi sobre la Fraternidad Humana, León XIV reiteró que todas las tradiciones religiosas pueden y deben aportar sabiduría, compasión y compromiso al bien común.
La Iglesia quiere un camino con todos: no a la guerra, sí al desarrollo humano
Durante su discurso, el papa indicó que condena la guerra y la carrera armamentista ya que hizo un llamado a superar ideologías políticas y económicas que dividen y oprimen, y promovió una economía centrada en el desarrollo integral y la justicia social.
Además, la iglesia sostiene que no puede encerrarse en sí misma, sino que debe tender la mano a un mundo herido por la violencia, la desigualdad y el prejuicio. En este sentido, el Pontífice abogó por una intención de unidad que sea capaz de generar un cambio desde la compasión y el ejemplo.
Cabe mencionar que el Santo Padre también destacó el papel que la iglesia puede jugar como espacio de reconciliación y esperanza, también León XVI, rechazó la idea de un papado autoritario porque cree que “Pedro no debe ser un jefe por encima de los demás, sino un servidor que camina junto a su pueblo”, expresó.