Robert Prevost, el cardenal de 69 años de edad que a partir de hoy será conocido como Papa León XIV, posee doble nacionalidad en el continente americano. La primera, estadounidense, dada por nacimiento en la ciudad de Chicago en 1954, la segunda, peruana por afinidad, debido a los años que paso al servicio eclesiástico en ese país, dónde llegó por primera vez a tan solo 3 años de su ordenación como sacerdote.
Primer Papa con nacionalidad estadounidense y peruana
El Papa León XIV es el primer sacerdote de nacionalidad estadounidense en asumir un pontificado y a la vez también es el primer pontífice de nacionalidad peruana, país que lo ha acogido y lo ha visto desarrollar su vida eclesial, llamándolo a ser parte de su gentilicio, pues su camino en las iglesias, diócesis y demás servicios apostólicos de este país han marcado lo largo de su vida.
El DNI vigente del Papa León XIV fue obtenido en Chiclayo en el año 2015, según informaron autoridades locales durante los preparativos del cónclave. Robert Francis Prevost como cardenal papable pasó por el escrutinio público, de manera que se conoció su trayectoria dentro de la Iglesia peruana, dónde también ha tenido fuertes críticas.
Vida eclesial en Perú le brinda conexión con toda Latinoamérica
Su amplio servicio en diferentes ciudades de Perú le dió a Prevost una conexión especial con el continente americano, pues su ascendencia de Estados Unidos unida al compartir con los pueblos andinos y suramericanos. Tal como Francisco, con quién tuvo cercanía en cuanto a la visión del funcionamiento de la Iglesia y la manera de dirigir desde la jerarquía eclesial que le correspondiese.
Todo esto hace que el pueblo católico del Perú tome al papa León XIV y tenga la certeza de que mantendrá la mirada en los pobres y los excluidos, con quiénes ha andado desde sus inicios en misiones que realizó en lo profundo de la Amazonia, en Cusco y Ayacucho. Así lo muestran las expectativas de todos los peruanos que aunque este no era sonado como candidato se mantuvieron en espera de su elección.
Así, la alegría no se ha hecho esperar, haciendo alusión a la cercanía del papa León XIV con el Perú, por su nacionalidad obtenida recientemente y por el servicio que ha prestado durante más de una década en esta nación. León XIV además de hablar castellano también habla quechua, una lengua indígena propia de los pueblos autóctonos de la región, con quiénes también compartió durante su tiempo de misionero.
De esta manera, el recién nombrado papa León XIV no sólo conecta con Perú en su capital y en sus ciudades, dónde anduvo cuando dirigió la Conferencia Episcopal del país, sino que se enlaza con las zonas más pobres y olvidadas del país andino, así como con Latinoamérica cuya historia indígena e hispánica la une alrededor de una cultura rica en diversidad.
Vida compartida entre Estados Unidos, Perú e Italia
El versado papa León XIV, que se presenta hoy, brinda una sorpresa por provenir de Estados Unidos y esto le brinda la firmeza que se espera en su pontificado, pues si personalidad se forjó en medio de la idiosincrasia del país norteamericano, con pragmatismo y disciplina. Sin embargo, al ordenarse sacerdote inicia una vida de misión al lado de los pobres, específicamente los indígenas de los andes americanos.
En Perú entonces pasa un tercio de su vida, contrastando con la realidad de las personas más desfavorecidas, lo que le daría la amplitud para tomar decisiones acertadas durante los últimos momentos que ha pasado en importantes responsabilidades en Roma, llamado por su antecesor el papa Francisco, con quién mantuvo afinidad y trabajo conjunto.