Fue el primer encuentro oficial entre el recientemente elegido papa León XIV y el metropolita Antonij de Volokolamsk, en lo que empiezan a reconocer como un gesto de acercamiento entre el Vaticano y la Iglesio Ortodoxa Rusa. Hablaron sobre la situación de las relaciones entre ambas iglesias y los conflictos internacional, con especial foco en el conflicto en Ucrania.
Una reunión de religiones
En la tarde del sábado, la Ciudad del Vaticano se preparó para recibir a la delegación de la Iglesia Ortodoxa Rusa, en lo que fue la primera reunión entre ambas cúpulas de líderes espirituales tras el fallecimiento del papa Francisco.
En esta oportunidad, el recientemente elegido papa León XIV tuvo su primer encuentro con el metropolitano Antonij de Volokolamsk, jefe de relaciones exteriores de la Iglesia Ortodoxa Rusa y emisario del patriarca Cirilo, informaron a partir de un comunicado publicado por el patriarcado de Moscú. El primer encuentro de León XIV con un representante de la ortodoxia rusa se produjo en un momento de distanciación entre ambas iglesias, como consecuencia de la postura del patriarca ortodoxo en relación a la guerra en Ucrania.
Como parte de los saludos protocolares, Antonij transmitió a León XIV “los saludos en nombre de Cirilo y las felicitaciones por su elección como Primado de la Iglesia Católica Romana”, explicó el comunicado publicado desde la cúpula eclesiástica de Moscú. En respuesta, el papa expresó su gratitud a Cirilo “por sus buenos deseos y destacó la importancia de desarrollar las relaciones con la Iglesia Ortodoxa Rusa”.
Según la información trascendida, en la reunión abordaron temas relacionado a la situación actual de las relaciones ortodoxo-católicas y los conflictos internacionales, haciendo especial énfasis tanto en Ucrania como en Medio Oriente.
Persecución a la ortodoxia ucraniana
En el transcurso de las charla, Antonij hizo foco ante el líder del Vaticano sobre la situación de la Iglesio Ortodoxa Ucraniana, asegurando que existe una persecución sobre sus feligreses sufrida en el actual contexto del conflicto bélico. En declaraciones previas a los medios italianos, el metropolita reconoció que tiene sus expectativas puesta en debatir las “perspectivas de desarrollo de las relaciones entre la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Católica”, subrayando la necesidad de fortalecer la cooperación cristiana en un “mundo en rápida secularización”.
Por su parte, el papa León XIV, que accedió al pontificado en mayo tras el fallecimiento del papa Francisco, estuvo abocado en promover esfuerzos diplomáticos en favor de alcanzar una paz duradera que reemplace los diferentes escenarios bélicos activos a los largo del mundo.
Semanas atrás, la máxima autoridad de la Iglesia Católica recibió en el Vaticano al presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, y al mismo tiempo se comunicó por vía telefónica en varias ocasiones con el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin. El Santo Padre intentó convencer al Kremlin para que realice un «gesto» a favor de la paz y propuso, poco después de su asunción en mayo, que el Vaticano actúe como mediador en las negociaciones entre las partes del conflicto.
Una relación deteriorada
La última vez que el papa y el patriarca Cirilo se reunieron cara a cara, fue en el histórico encuentro que protagonizaron en Cuba en el año 2016. No obstante, desde el inicio de la guerra en Ucrania, las relaciones entre el Vaticano y la Catedral de Cristo Salvador en Moscú, se vieron afectadas negativamente.
La postura del patriarca Cirilo de apoyo público a la operación militar rusa sobre territorio ucraniano, que calificó en varias oportunidades como una «guerra santa», chocó de frente con la posición de respeto irrestricto por la paz del predecesor de León XIV, el papa Francisco.