El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este miércoles al confirmar que impondrá un impuesto del 50% a los productos que Brasil exporta a territorio estadounidense, todo esto debería aplicarse desde el 1 de agosto de 2025, busca presionar al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Asimismo, el republicano justificó esta medida arancelaria en donde menciona su desacuerdo con el proceso judicial que enfrenta Jair Bolsonaro, el exmandatario brasileño, que estaría presuntamente investigado por revertir su derrota electoral en 2022, porque para el estadounidense la Corte Suprema de Brasil maneja el caso vulnerando los derechos fundamentales como la libertad de expresión y la participación política de su aliado.
Además de sus críticas al sistema judicial brasileño, Trump abrió la puerta a negociar, siempre que Brasil elimine restricciones al comercio y permita más acceso a empresas norteamericanas. Desde el Palacio de Planalto, en Brasilia, el presidente remarcó que los procesos contra Bolsonaro y exfuncionarios se llevan adelante bajo la exclusiva responsabilidad del Poder Judicial.
Lula responde y recalca la independencia de la justicia
Ante la nueva embestida de Trump, Lula respondió que la justicia brasileña es un poder autónomo que no admite presiones externas e hizo hincapié en que «La soberanía, el respeto y la defensa intransigente de los intereses del pueblo brasileño son los valores que guían nuestra relación con el mundo».
«La información, en el caso de la relación comercial entre Brasil y Estados Unidos, sobre el supuesto déficit estadounidense es falsa. Las propias estadísticas del gobierno de Estados Unidos demuestran un superávit de ese país en el comercio de bienes y servicios con Brasil del orden de 410 mil millones de dólares en los últimos 15 años», escribió Lula en su cuenta de X al cabo de unos días de la cumbre de los BRICS.
Como parte de su mensaje, Lula reiteró que cualquier acción unilateral que afecte el comercio será contestada mediante la Ley de Reciprocidad Económica, aprobada por el Parlamento brasileño el pasado 2 de abril. Esta norma habilita a Brasil a aplicar medidas similares contra países que impongan barreras arancelarias sin acuerdo previo.
Acá el posteo del mandatario brasileño
Las cifras y un Parlamento que tardó en reaccionar
Pese a la disputa política, el impacto económico no es menor porque las ventas de Brasil a Estados Unidos representan cerca del 12% de su comercio exterior remarcando que solo en 2024, se enviaron bienes por más de 40 mil millones de dólares.
Tras esto Lula recordó que, en los últimos 15 años, el superávit ha sido para Washington: más de 400 mil millones de dólares a favor de EE.UU, entonces desde el Parlamento brasileño tampoco tardaron en reaccionar.
Cabe mencionar que el vicepresidente Geraldo Alckmin fue directo: no ve motivos sólidos para subir impuestos a las exportaciones. Para muchos legisladores, la jugada de Trump tiene más de cálculo político que de estrategia económica pero mientras tanto, equipos técnicos de ambos países se sientan a negociar contrarreloj para frenar la medida antes de agosto.
Trump criticó el proceso judicial: lo de Bolsonaro traba todo
Bolsonaro enfrenta cargos por conspirar junto a exministros y militares de alto rango para desconocer los resultados de los comicios de octubre de 2022, en los que Lula resultó electo presidente. La causa avanza en la Corte Suprema, que ya cerró la fase de instrucción y podría dictar sentencia entre septiembre y octubre próximos.
Mediante sus redes sociales, Trump, aprovechó la ocasión para criticar el proceso judicial y poner en duda su transparencia porque en una carta pública, calificó la investigación como una «cacería de brujas» y pidió que se ponga fin al juicio, tal como lo expresó.
En su respuesta, Lula lo acusó de pretender entrometerse en la política interna de Brasil y de irrespetar la autonomía de sus instituciones. “Brasil no se deja tutelar por nadie”, fue la frase con la que Lula cerró su declaración oficial, dejando en claro que la relación con Estados Unidos deberá regirse por el respeto mutuo y la defensa de la soberanía.