El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reclamó este sábado a la Unión Europea mayor decisión política para cerrar el acuerdo comercial con el Mercosur, durante su discurso en la cumbre del bloque realizada en Foz de Iguazú, en un contexto de negociaciones estancadas, tensiones globales y una agenda internacional que vuelve a poner al Mercosur en el centro del debate económico y geopolítico.
Lula reinvindicó la idea de ‘construir puentes’
El mandatario brasileño abrió su intervención con una referencia simbólica a la ciudad sede de la cumbre, recordó que en Foz de Iguazú, hace cuatro décadas, los presidentes José Sarney y Raúl Alfonsín impulsaron la Declaración de Iguazú, germen del Mercosur y de una nueva etapa de integración regional.
En ese marco, el mandatario brasileño reivindicó la idea de «construir puentes» en un mundo marcado por conflictos y repliegues nacionales. Lula indicó que sí escala el conflicto entre Venezuela y Estados Unidos, siendo que mencionó la reciente inauguración del Puente de la Integración entre Brasil y Paraguay como un gesto concreto de esa vocación integradora.
Sin embargo, al abordar la relación con Europa, Lula sostuvo que, tras 26 años de negociaciones, el bloque sudamericano esperaba concretar finalmente el tratado comercial con la Unión Europea, pero volvió a encontrarse con dilaciones del lado europeo.
El estado de las negociaciones con la Unión Europea
De igual manera, el acuerdo Mercosur-Unión Europea fue concluido a nivel técnico en 2019, pero desde entonces enfrenta obstáculos políticos, en especial por las demandas de protección agrícola y ambiental dentro del bloque europeo. La firma está prevista inicialmente para este sábado, pero fue aplazada ante la falta de consenso en el Consejo Europeo.
Según explicó Lula, líderes europeos solicitaron más tiempo para discutir salvaguardas adicionales para sus productores agrícolas. En ese sentido, el mandatario sudamericano reveló que recibió una carta conjunta del titular de la Comisión Europea y del presidente del Consejo Europeo, en la que manifestaron su expectativa de avanzar con la aprobación en enero.
«Sin voluntad política y coraje de los dirigentes no será posible concluir una negociación que ya se arrastra desde hace 26 años», afirmó Lula, en una de las declaraciones presidenciales más contundentes del encuentro.
La estrategia del Mercosur acerca de la relación bilateral
Más allá del vínculo con Europa, Lula buscó mostrar a un Mercosur activo y con múltiples alternativas, pero también señaló que el bloque despierta un fuerte interés internacional y que el contexto global favorece nuevos acuerdos comerciales. En ese sentido, recordó que en septiembre se firmó un tratado con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), un grupo de países con un PIB conjunto cercano a 1 500 000 000 000 de dólares.
Además, hizo mención en su cuenta de X de que hay ciertos avances en las negociaciones con India, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Japón y Vietnam. «En la región, esperamos progresar rápidamente en la negociación de un acuerdo con Panamá. Brasil está avanzando a un ritmo acelerado en la implementación de su programa Rutas de la Integración Sudamericana», escribió Lula.
De todas formas, si la relación bilateral con la Unión Europea no avanza, el Mercosur profundizará su inserción global con otros socios, lo que demuestra la estrategia del gobierno brasileño y del bloque de diversificar mercados y reducir dependencias.
«Continuamos empeñados en trabajar con todos los países vecinos para conectar nuestro continente de Norte a Sur, del Atlántico al Pacífico», sentencia el mandatario. En otro momento de esta reunión, Lula introdujo advertencias sobre el escenario regional, pero alertó que una eventual intervención militar de Estados Unidos en Venezuela sería una «catástrofe humanitaria», mientras que en seis países desconocen las acciones del régimen venezolano y un precedente peligroso, vinculando integración económica, estabilidad política y soberanía regional.