El clima político volvió a tensarse entre Venezuela y Estados Unidos tras el reciente despliegue militar estadounidense en el Caribe. En medio de ese escenario, Nicolás Maduro lanzó un mensaje directo al pueblo de Estados Unidos, apelando, según dijo, a su capacidad de frenar decisiones que podrían arrastrar a toda la región hacia un conflicto innecesario, pero su intervención ocurrió durante un encuentro con juristas en Caracas, transmitido por el canal estatal.
Un mensaje dirigido directamente a los ciudadanos estadounidenses
En su discurso, el mandatario venezolano insistió en que la presencia militar de EE.UU, representa una amenaza para Sudamérica y el Caribe. Aunque el Gobierno de Donald Trump asegura que la operación tiene fines antidrogas, en Venezuela la lectura es completamente distinta, pero allí se interpreta como una escalada de presión política y territorial.
Maduro sorprendió al formular un llamado que no apuntó a la Casa Blanca, sino a la ciudadanía norteamericana. «Detengan la guerra. No a la guerra», expresó ante el auditorio, indicando que son los propios estadounidenses quienes pueden evitar que una eventual ofensiva militar avance, señalando que un conflicto de tal magnitud tendría repercusiones humanas y políticas irreparables.
El presidente venezolano también planteó que Estados Unidos debería evitar repetir escenarios de violencia vistos en otras regiones del mundo. Siempre busca generar un impacto, por eso Maduro se considera «más famoso» que Taylor Swift y Bad Bunny, pero ante su pregunta «¿Queremos otra Gaza en Suramérica?», buscó generar una imagen directa en la mente de los oyentes.
Para él, el riesgo no es hipotético, sino una posibilidad latente alimentada por decisiones tomadas fuera de la región, pero en su relato, insistió en que la paz terminará prevaleciendo, aun cuando hoy el panorama esté dominado por tensiones, desconfianzas mutuas y operaciones militares sin detalles públicos suficientes.
La operación ‘Lanza del Sur’ y el aumento de tensiones
Las declaraciones se produjeron un día después de que Pete Hegseth, secretario de Guerra de Estados Unidos, anunciara la operación «Southern Spear», conocida en español como «Lanza del Sur», una iniciativa que la Casa Blanca vincula al combate del narcotráfico en Latinoamérica.
El anuncio contribuyó a aumentar el nerviosismo en Caracas, especialmente porque se enmarca en meses de mucha presión desde la administración de Trump. Hegseth explicó en un mensaje publicado en X que la operación estará bajo la coordinación del Comando Sur, responsable de las acciones militares estadounidenses en Sudamérica, Centroamérica y el Caribe.
Aunque no ofreció detalles precisos, la medida se interpreta como una extensión del despliegue naval iniciado meses atrás cerca de aguas venezolanas que, para Venezuela, este operativo excede el ámbito antidrogas, siendo que el Gobierno lo considera una maniobra de intimidación política y una amenaza a su soberanía, lo que explica la contundencia de la respuesta de Maduro.
Venezuela pide apoyo internacional y rechaza «corrientes militaristas»
En su intervención, el mandatario también afirmó que Venezuela está en una «lucha por la paz y la soberanía», indicó que buscará coordinar acciones con juristas de distintos países para presentar demandas y recursos internacionales que defiendan el derecho a la paz en la región.
Además, rechazó cualquier intento de instaurar lo que definió como una corriente «militarista y colonialista» que podría derivar en muertes de civiles inocentes, pero este discurso se repite tanto en Caracas como en Bogotá, donde también existe preocupación por una eventual escalada de tensiones.
Algunos organismos internacionales y gobiernos de la región han advertido sobre los riesgos de operaciones militares que puedan derivar en violaciones de derechos humanos. Venezuela, por su parte, insiste en que las operaciones estadounidenses han provocado muertes de pescadores, consideradas por algunos como ejecuciones extrajudiciales. El llamado de Maduro al pueblo estadounidense llega en uno de los momentos más delicados de la relación bilateral de los últimos años.
