Continúan repitiéndose las multitudinarias manifestaciones de los sábados en las principales ciudades de Israel, con especial concentración en Tel Aviv y Jerusalén. Con los organismos de familiares de los secuestrados a la cabeza, las consignas por el fin de la guerra y la recuperación de los rehenes, se repiten a lo largo y ancho del estado hebreo.
Las protestas llegan a la puerta de Netanyahu
Si bien las autoridades del Estado de Israel parecen inflexibles en relación al constante avance de sus tropas dentro de la Franja de Gaza, la población civil israelí parece cada vez más agotada por el esfuerzo bélico y la incertidumbre en relación al estado de los rehenes de Hamas.
Como parte de las protestas que se vienen repitiendo durante los últimos sábados en Jerusalén, decenas de miles de personas se acercaron a la residencia del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, para presionar al mandatario a que firme un acuerdo inmediato que incluya la liberación de los rehenes que se encuentran cautivos en la Franja de Gaza.
La media fue impulsada y encabezada por familiares de los rehenes, llenando la Plaza París y las calles aledañas, llegando a considerarse como una de las protesta con mayor masividad realizada en Jerusalén desde el inicio de la operación militar israelí en Gaza.
Un mensaje para Trump
Como parte de la jornada de protesta, los manifestantes elevaron un enorme lazo amarillo como símbolo de apoyo a los secuestrados, y desplegaron un cartel cuyo mensaje fue dirigido directamente al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en el que pedían «Presidente Trump, salve a los rehenes ahora».
En esta oportunidad, los participantes de las protestas apuntaron directamente contra la aparente incapacidad de alcanzar acuerdos concretos entre el gobierno israelí y el grupo extremista Hamas, en el marco de una escalada militar en Gaza que, según expertos y fuentes de las propias fuerzas de seguridad del estado hebreo citadas por los manifestantes, podría significar un riesgo mayor a la integridad de los cautivos.
Los familiares no pierden la esperanza
El acto contó con la participación e intervención de figuras como Einav Zangauker, madre del rehén Matan Zangauker, que apuntaron contra Netanyahu, a quien acusaron de anteponer sus intereses políticos a la vida de los rehenes.
“Señor Bibi Netanyahu, no somos anarquistas, ni derechistas, ni izquierdistas; somos familias, y exigimos que los devuelva a todos ya”, comentó Ora Rubinstein, tía del rehén Bar Kupersthein, para el medio local The Times of Israel.
Por su parte, Zangauker, apuntó contra Netanyahu, a quien acusó de perpetuar una guerra cuyo objetivo, en palabras de la madre de Matan, no es la eliminación de Hamas sino «derrocar a la sociedad israelí».
“Mi Matan, que está haciendo todo lo posible por sobrevivir en los túneles de Hamas, es tu legado de abandono. ¿Por qué no respondes a la respuesta de Hamas durante tres semanas? ¿Por qué envías a Dermer a mentirle al presidente Trump?”, expresó Zangauker dirigiéndose directamente al premier israelí, a quien calificó como «el peor enemigo del pueblo judío», a quien comparó con algunos de los mayores criminales de la historia del judaísmo: “El faraón o Amán cometieron pogromos, pero tú, Benjamin Netanyahu, superas a todos ellos”.
En las calles, los manifestantes corearon una serie de consignas contra la figura del actual primer ministro, quien fue calificado por su pares de «traidor». Zangauker, que representa el ala más crítica de las organizaciones de familiares de los secuestrados, aseguró que “el único legado de Netanyahu es la masacre y el fracaso del 7 de octubre. Ha sido su legado durante 701 días y es lo que dejará para las generaciones futuras”.