El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, brindó una conferencia de prensa y afirmó que el gobierno de Venezuela es «insostenible» para los intereses de Washington, teniendo en cuenta que se refiere a la relación bilateral y a la estrategia de seguridad regional. En ese sentido, el funcionario evitó confirmar si el gobierno de Donald Trump busca un cambio de régimen en Caracas, pero dejó en claro que la prioridad es proteger su país de la inestabilidad hemisférica.
Marco Rubio indica que el gobierno de Maduro es ‘insostenible’
Para lo que respecta al análisis del balance de política exterior de Estados Unidos, Marco Rubio se refirió al conflicto con Maduro durante una rueda de prensa de fin de año en el Departamento de Estado, donde el funcionario se refirió a la parte de política pública que mantiene a estas dos naciones enfrentadas.
Allí señaló al Ejecutivo de Venezuela como un «régimen ilegítimo», enmarcando su postura dentro del discurso oficial sostenido por la Casa Blanca desde el regreso de Trump al poder. «Tenemos a un régimen ilegítimo que coopera abiertamente con terroristas que amenazan la seguridad de Estados Unidos», sostuvo Rubio, señalado por Trump como parte del futuro político, ante los medios.
Asimismo, el secretario también vinculó al gobierno venezolano con redes criminales transnacionales, señalando que organizaciones dedicadas al narcotráfico operan con respaldo estatal. Según su valoración, esta dinámica generó una amenaza no solo para Estados Unidos, sino para numerosos países del Caribe y América Latina.
Presión regional, bloqueo petrolero y datos del conflicto
En su exposición, el funcionario aseguró que estos grupos criminales representan «la amenaza más importante de la región», lo que ha llevado a Washington a intensificar conversaciones de seguridad con gobiernos aliados, pero también mencionó que hay avances concretos con Panamá, Costa Rica y El Salvador. En su discurso destacó la labor de Colombia, pese a las diferencias políticas con el presidente Gustavo Petro.
Asimismo, el martes previo a las declaraciones, Trump ordenó bloquear la entrada y salida de Venezuela de petróleos sancionados por Estados Unidos. Esta medida se hizo luego de que ocurra la incautación de un buque con crudo cerca de las costas venezolanas y se suma a meses de operativos contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Caribe y el Pacífico.
Bajo este aspecto, el bloqueo petrolero impacta de forma directa en la economía venezolana y en la relación bilateral, al limitar aún más las exportaciones de crudo. Desde Caracas, el gobierno de Maduro rechazó las acusaciones, en particular las vinculadas al llamado Cartel de los Soles, que Washington atribuye a altos mandos del poder político y militar.
La duda de un conflicto mayor: Rubio evitó definiciones
La prensa no evitó consultarle a Rubio acerca de una posible acción militar, pero el funcionario no dio definiciones tajantes. «No ha pasado nada que nos obligue a solicitar la aprobación del Congreso», respondió al ser preguntado sobre eventuales ataques contra territorio venezolano, dejando abierta la interpretación sobre próximos pasos.
Teniendo en cuenta lo mencionado, Trump declaró en una entrevista con NBC News que no descarta un enfrentamiento bélico con Venezuela; aunque evitó confirmar si su objetivo es derrocar a Maduro, afirmó que el mandatario venezolano «sabe exactamente lo que quiero»; esto lo dice haciendo referencia a una conversación telefónica que mantuvieron en noviembre.
De todas formas, este cambio que se da en la postura presidencial hace que desde adentro se genere cierto ruido interno, sobre todo en sectores del Partido Demócrata, que son quienes recuerdan que cualquier declaración de guerra requiere autorización del Congreso, mientras parte de la base republicana cuestiona el costo político y social de una mayor implicación externa.
