La ciudad de La Haya se convirtió en sede de decisiones importantes este martes con el inicio de la cumbre de la OTAN, en la que participan los 32 líderes de la Alianza pero, el conflicto en Ucrania era el tema principal previsto, la escalada entre Israel e Irán alteró el enfoque diplomático.
El nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, indicó que la atención del bloque no se desvió, pero sí amplió el alcance de los temas abordados pero la cuestión nuclear iraní, latente desde hace años, volvió al centro del debate tras los recientes ataques a instalaciones clave en Teherán.
Por ese lado, Rutte, indicó que el compromiso de la OTAN con la seguridad global sigue firme, y la Alianza no tolerará la creación de armas nucleares. Sin embargo, el mensaje fue más complejo de lo habitual, con señales que añaden a un posible cambio de rumbo respecto a la ayuda militar a Ucrania.
La OTAN lanzó una advertencia a Teherán
En la conferencia de prensa previa a la cumbre, Rutte insistió en que hay una postura que los aliados occidentales sostienen desde hace años: Irán no debe acceder al armamento nuclear. “Los aliados sostuvieron mucho tiempo que Irán no debe desarrollar un arma nuclear”, declaró.
Cabe mencionar que esta afirmación surge poco después del ataque de Estados Unidos a infraestructuras iraníes relacionadas con su programa atómico. Según Rutte, la operación estadounidense no violó el derecho internacional y estuvo dentro de los parámetros defensivos acordados por la comunidad internacional.
El mensaje del secretario general busca hacer que la OTAN se muestra firme ante Teherán, pero no permitirá una deriva armamentista que desestabilice aún más una región ya frágil. A la vez, evidencia que la Alianza respalda acciones preventivas si se percibe una amenaza real.
Rutte vinculó a Irán con la guerra en Ucrania
Lo que en verdad mencionó entre líneas, fue una señal de fatiga respecto a la prolongada asistencia a Ucrania, entonces no se anunció el cese total del apoyo, algunos gestos sugieren una posible moderación en los compromisos futuros.
En el diálogo, el funcionario de la OTAN vinculó a Irán con la guerra Ucrania:“Irán está profundamente involucrado en la guerra de Rusia contra Ucrania. Sus drones matan a diario a civiles inocentes en ciudades y comunidades, sin ningún respeto por la vida humana”.
El uso de tecnología de Irán por parte de Rusia es una preocupación constante para Occidente, que ve en ello una extensión del conflicto más allá de las fronteras europeas. El hecho de destacar ese vínculo justo antes de una cumbre donde se discutirán los niveles de ayuda a Kiev, pero esto podría ser una antesala de un ajuste en la estrategia, menos asistencia militar directa y más presión indirecta sobre los actores externos involucrados.
Un punto crítico que podría marcar los hechos: el estrecho de Ormuz
Al ser consultado por una posible reacción de la OTAN si Irán decidiera cerrar un punto estratégico como lo es el estrecho de Ormuz, Rutte señaló que el tema es, por ahora, “algo hipotético”, recordando que la Alianza “ya intervino en escenarios lejos del territorio OTAN”, como Libia o Afganistán.
De todas formas, el mensaje remarca que la seguridad energética global se ve comprometida, la organización no descarta actuar más allá de sus fronteras formales porque cualquier intento de bloquearlo elevará de inmediato las tensiones militares y económicas de manera global, sobre todo con Estados Unidos.