El primer ministro, Benjamín Netanyahu, aseguró que hará todo lo que esté a su alcance para evitar que la frontera con el Líbano se convierta en un nuevo frente de guerra y amenazó con represalias severas si perciben alguna amenaza proveniente del norte.
Amenazas contra Hezbollah
Durante la jornada del domingo, el primer ministro del Estado de Israel, Benajmín Netanyahu, señaló que sus efectivos militares y fuerzas de seguridad tienen la instrucción de actuar «según sea necesario» frente a lo que consideran la amenaza creciente del grupo terrorista Hezbollah, que utiliza al Líbano como una de sus principales bases de operaciones, lo que vuelve su frontera con el estado hebreo uno de los puntos calientes más volátiles del mundo.
El premier israelí volvió a enfatizar su exigencia de que el grupo terrorista sea completamente desarmado y señaló que se apegarán al derecho a la «legítima defensa», reconocido como parte de los términos del alto al fuego que firmaron en noviembre de 2024.
Al mismo tiempo, Netanyahu acusó a Hezbollah y su líder, Hasan Nasrallah, de intentar «rearmarse y recuperarse» luego de lo que fue el importante retroceso en su capacidad combativa como consecuencia de los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y el grupo terrorista en otoño del 2024.
Israel sigue golpeando
Pese al acuerdo de alto al fuego, los ataques de Israel en el sur del Líbano a estructuras y dirigentes de Hezbollah han continuado, aunque en menor intensidad, durante el 2025.
Sin ir más lejos, horas atrás, el Ejército de Israel se adjudicó el asesinato de cuatro milicianos de la organización chiíta, entre los que se incluiría un miembro de la cúpula dirigencial, luego de bombardear una región de la frontera Israel/Líbano. A finales del mes de octubre de este año, los ataques israelíes causaron la muerte de 16 personas en localidades al sur y al este del Líbano.
A esto se suma la operación llevada a cabo el pasado jueves, donde tropas del ejército israelí realizaron una incursión por tierra que obligó al presidente libanés, Joseph Aoun, a ordenar por primera vez a las tropas de sus fuerzas militares que intervengan en las eventuales incursiones israelíes futuras.
El atentado del sábado, según la información divulgada por el Ministerio de Sanidad del Líbano, causó cuatro muertes tras un ataque israelí en la localidad de Nabatiyeh. El objetivo habría sido un vehículo que fue alcanzado por un misil guiado, según pudo constatar la Agencia Nacional de Noticias del Líbano.
Por su parte, las fuerzas israelíes informaron que en el operativo asesinaron a un miembro de la fuerza Radwan, que dirigía la distribución de armas entre sus fuerzas y la reconstrucción de la infraestructura militar de Hezbollah en el sur del Líbano.
Las autoridades israelíes justificaron el accionar a través de una nota militar: «Las actividades de los terroristas suponían una amenaza para el Estado de Israel y sus civiles y eran una violación de los entendimientos con el Líbano», explicaron.
Un conflicto nacido de otro
El contexto actual de ataques cruzados entre Israel y Hezbollah tuvo su origen en los primeros intercambios que ocurrieron a principios de 2024. La avanzada israelí sobre la Franja de Gaza desembocó en una respuesta directa del grupo terrorista, lo que inició una guerra directa en la región sur del Líbano, provocando el desplazamiento de miles de civiles de ciudades como Kiryat Shmona y Naharya, que rápidamente se convirtieron en objetivos de los bombardeos y ataques con cohetes israelíes.
Los combates aislados continuaron hasta finales del 2024 cuando, como resultado de una exitosa mediación conjunta entre Estados Unidos, Francia y la Organización de las Naciones Unidas, se estableció un acuerdo de cese al fuego que incluía el repliegue parcial de Israel. Desde que se estableció el alto al fuego, la ONU recabó más de un centenar de informes de civiles muertos en el Líbano y una serie de denuncias sobre nuevos posicionamientos israelíes dentro del territorio libanés.
