Debido al drástico deterioro de las condiciones humanitarias y la intensificación de las operaciones militares en Ciudad de Gaza, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se ha visto forzado a tomar medidas. Es por ello que, para garantizar la seguridad de su personal y asegurar que la ayuda vital pueda continuar, la organización ha suspendido temporalmente sus labores en su oficina principal y ha reubicado a su equipo en sus instalaciones en el sur de Gaza.
La necesidad de atención es creciente en Gaza
Mientras tanto las decenas de miles de residentes que aún permanecen en la Ciudad de Gaza enfrentan una situación trágica y requieren asistencia humanitaria urgente e incrementada. El Comité Internacional de la Cruz Roja comunicó este miércoles que, a pesar de la escalada de hostilidades, continuará prestando ayuda desde sus oficinas en Deir al-Balah y Rafah, siempre que las circunstancias lo permitan.
El aumento de las hostilidades hace que la necesidad de asistencia humanitaria sea absolutamente crítica. La organización, consciente de esta urgencia, ha intensificado sus esfuerzos en las últimas dos semanas. Su personal se ha concentrado en entregar suministros médicos esenciales a los pocos hospitales y centros de salud que permanecen operativos en la Ciudad de Gaza, los cuales están desbordados tras recibir una oleada constante de pacientes heridos por los recientes enfrentamientos.
La seguridad del personal y la continuidad de la ayuda
Para el CICR, es vital mantener las operaciones dentro del enclave, sin embargo, ante la intensificación de los combates por parte del Ejército israelí este comité se ha visto obligado a suspender operaciones en la oficina principal en la Ciudad de Gaza. La medida, por lo pronto consiste en la reubicación, en aras de mantener la seguridad del personal a la par que se mantienen las actividades humanitarias.
En este contexto, la solicitud es que la asistencia humanitaria debe ser rápida, sin trabas y facilitada en toda la Franja. Además, el personal y las unidades sanitarias, sus medios de transporte y el personal de defensa civil deben ser respetados y protegidos en todo momento. En cuanto a las responsabilidades, Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de la población.
La Cruz Roja hasta ahora se encuentra prestando asistencia básica con el objetivo de paliar la profunda crisis. Por eso, se suministran 45 000 hogazas de pan diarias dirigidas a la preparación de alimentos para 14 campamentos de desplazados. Adicionalmente, colabora con diferentes operadores para la reparación de la infraestructura sanitaria y la reparación de las redes de agua.
Nivel de riesgo inaceptable ha ocasionado la salida de otras organizaciones
Por su parte, Trump estableció un plan de 21 puntos para Gaza, algo a lo que Israel se opone. El acuerdo exige la liberación de los rehenes israelíes vivos y fallecidos a cambio de la liberación de cientos de palestinos detenidos. Tras la firma, las FDI deben detener las operaciones y entregar los territorios. También contempla la destitución de Hamás, la reforma de la Autoridad Palestina y un plan de crecimiento económico para Gaza.
A pesar del optimismo de Trump, tanto Netanyahu como Hamás mostraron cautela ante el plan. Si bien no lo rechazaron desde su propuesta, señalaron la disposición a evaluarlo. Para Hamás, el punto de inflexión es proteger los derechos palestinos, mientras que, para Netanyahu es fundamental superar los desafíos internos, que rechazan a la Autoridad Palestina y demandan que el control de seguridad dependa únicamente del Ejército israelí.
En ese contexto, Médicos Sin Fronteras suspendió actividades en Gaza por el riesgo inaceptable de la ofensiva israelí que rodea sus centros. Lamentan dejar a cientos de miles de vulnerables sin atención médica vital. A pesar de la retirada, MSF planea seguir apoyando hospitales clave como Al Shifa y exige a Israel garantizar la seguridad y el acceso sin obstáculos de la ayuda.
