El día de hoy 12 de diciembre, se conmemora una de las fiestas marianas más importantes de México y de toda América: la coronación de la Virgen María de Guadalupe, nombrada Patrona de toda América Latina por el Papa Pío X. Esta conmemoración, para el mundo católico americano representa la unión de su historia indígena con la tradición religiosa de los colonizadores que llegaron al Nuevo Mundo.
El Papa León XIV celebra con el mundo a la Virgen de Guadalupe
En el marco de esta celebración mariana, el Sumo Pontífice ha presidido una Misa en la Basílica de San Pedro, donde, como ya es costumbre, impartió una homilía cargada de sentido para todo el pueblo cristiano. Así, en una súplica ferviente dirigida a la Madre de Dios, el Papa orientó su discurso a los gobernantes, las naciones, los jóvenes y las familias, pero sobre todo a aquellos que se han alejado de la Iglesia.
En ese sentido, León XIV se observó como hijo, al dirigir la Misa como una conversación con la Madre, aquella que vela y que intercede por el bienestar de sus hijos. Además, pidió a los cristianos presentarse también como hijos, como hijos verdaderos, que piden consejo para saber cómo presentarse ante su Padre, algo que para el pueblo católico se logra a través de la intercesión de la Bienaventurada Virgen María de Guadalupe.
La petición fundamental del Papa León XIV por las naciones y los gobernantes
Al encontrarse con la Virgen de Guadalupe el Sumo Sacerdote pidió en primer lugar por las naciones, reconociendo las tribulaciones del mundo actual, en el que las guerras, el hambre y los conflictos azotan a la humanidad. Instó a vivir en unión, pues las fronteras se han hecho para reconocer la grandeza del Padre y para ser todos hijos de María y no para «dividir en bandos irreconciliables».
En esa medida, el Papa León XIV solicitó la guía de la Señora, la Bienaventurada Virgen de Guadalupe, para que los gobernantes comprendieran que la verdadera autoridad sobre los hombres la ejerce Cristo, por lo que ellos, solo están para servir a Dios y cuidar la dignidad de las personas. Por lo tanto, cada gobernante debe hacer de su ciudad un lugar para que la humanidad se sienta bien, donde cada ser humano sienta la presencia de la Virgen como Madre que lleva a Cristo.
Del mismo modo, el Obispo de Roma, aprovechó la oportunidad para reiterar el llamado al cese de todas las guerras, los conflictos que cobran vidas alrededor de todo el mundo. Elevó sus plegarias porque cada uno de los pueblos del mundo pueda acercarse a la infinita bondad de Cristo, a través de la Virgen de Guadalupe, resaltando que la humanidad toda debe estar unida por Dios.
La Virgen de Guadalupe para guardar a los jóvenes y las familias, como base de la Iglesia
Finalmente, el Papa León XIV elevó su oración a la Virgen de Guadalupe, por todos los jóvenes y las familias, fundamentalmente los que se han alejado de la Iglesia, pues es la Virgen, quien con su amor, puede hacerlos regresar a la fe. A los jóvenes envió un mensaje de mantenerse firmes en la Iglesia, cumpliendo los mandatos de Cristo, aun cuando el mundo les muestre otros caminos, la Virgen seguirá guiándoles a través de la Iglesia.
El Santo Padre, estableció en su homilía la importancia de la unidad en la fe, encontrando a cada cristiano reflejado en Juan Diego, quien se mostró como un simple servidor ante la Madre de Dios, para cumplir con lo que Cristo le ha encomendado a la humanidad. Así, entregó también a la Santísima Virgen de Guadalupe su propio ministerio, cuya labor desea que se encuentre al servicio del pueblo cristiano.
