Tras una larga lucha contra un cáncer de esófago, José “Pepe” Mujica falleció el 13 de mayo de 2025 a los 89 años, el exmandatario había anunciado públicamente su diagnóstico en abril de 2024, en enero de 2025 comunicó que ya no seguiría con los tratamientos.
El encargado de confirmar su muerte fue el presidente Yamandú Orsi, quien escribió un mensaje lleno de afecto y reconocimiento por su legado político. En el caso de Mujica, él mismo había decidido retirarse de la política en 2020, pese a que seguía vinculado a causas sociales desde su hogar en las afueras de Montevideo.
En su vida personal, vivió hasta los últimos días junto a su esposa, Lucia Topolansky, también figura central del Frente Amplio y recibió cuidados paliativos en la etapa final de su enfermedad. Sin embargo, desde que reveló su estado de salud, recibió muestras de afecto tanto de ciudadanos como de referentes culturales y políticos de toda América Latina.
La vida de Pepe Mujica: la inspiración en la Revolución Cubana
El mandatario uruguayo nació en Montevideo el 20 de mayo de 1935, Mujica de una familia de clase trabajadora, su temprana vocación política lo llevó a abandonar los estudios para involucrarse en el movimiento estudiantil, y luego en el Movimiento de Liberación Nacional- Tupamaros, una guerrilla urbana inspirada en la Revolución Cubana.
En el tiempo que duró el proceso de la dictadura militar, fue capturado y pasó 13 años preso, muchos de ellos en condiciones inhumanas, siendo uno de los “rehenes” del régimen (A los 86 años, muere el expresidente uruguayo), estos mismos que podían ser ejecutados si la guerrilla retomaba las armas.
Mujica fue liberado en 1985 luego del retorno de la democracia, también fundó el Movimiento de Participación Popular, que se integró al Frente Amplio. Así fue como su carrera política avanzó de forma ascendente: diputado, senador, ministro y finalmente, presidente entre 2010 y 2015.
Sorprendió al mundo por su forma de ejercer la presidencia
La imagen de la austeridad y la humildad fue uno de las columnas que hizo que Mujica sorprende al mundo, porque renunció a los privilegios del cargo y vivió en su chacra, manejando un auto viejo y donando la mayor parte de su sueldo, así lo llamaron “el presidente más pobre del mundo”.
Cabe mencionar que no es solo su estilo lo que llamó la atención, durante su gobierno se legalizó el aborto, se aprobó el matrimonio igualitario y se convirtió a Uruguay en el primer país en legalizar el cultivo y venta de marihuana para uso recreativo.
En este sentido, Mujica no las presentó como medidas ideológicas, sino como decisiones de sentido común en favor de las libertades civiles. Fue en 2012 durante la cumbre Rio+20, donde pronunció su discurso más recordado, una crítica al consumismo moderno, con su tono pausado y directo, expresó: “No compramos con dinero, sino con tiempo de vida”.
Pese a cierto cariño internacional, en Uruguay generaba polémica
Pese al cariño internacional, en Uruguay tenía sus detractores que le cuestionaban su pragmatismo, sus cambios de postura y algunos fracasos durante su gobierno como la reforma educativa, la desgasificadora quedó en promesa, y un déficit fiscal golpeó al final de su mandato.
En base a su coherencia con el estilo de vida austero y su forma de hablar sin filtros le ganaron un gran respeto que hizo que se defina como un “animal político”, con la habilidad de relacionarse tanto con Barack Obama, Cristina Kirchner y Nicolás Maduro, o también de ser citado por estrellas del pop y figuras revolucionarias.
Otro punto que genera divisiones es que él ex líder uruguayo, no buscaba quedar bien con todos, pero sí dejó en claro que no creía en las etiquetas ideológicas rígidas. Sin embargo, él su propia vida convivieron el guerrillero, el parlamentario, el gobernante y el pensador, todos expresando que la defensa de los valores humanos estaba por encima de los intereses.