Con una silla vacía que pesa más que cualquier discurso, se llevó a cabo en el Ayuntamiento de Oslo la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz 2025. Mientras la comunidad internacional dirige su mirada a Noruega, la galardonada María Corina Machado no pudo hacerse presente en el evento, sin embargo, sí pudo llegar a la ciudad. Su hija, Ana Corina Sosa, fue la encargada de recibir el reconocimiento en su nombre ante la presencia de varios mandatarios latinoamericanos.
El inicio de la ceremonia: un gran discurso
La ceremonia comenzó con la voz de Danny Ocean interpretando la canción Alma llanera y el discurso del presidente de comité noruego del Premio Nobel, remarcando lo que se vive en Venezuela bajo el gobierno de Maduro. Jørgen Watne Frydnes en su discurso hizo principal hincapié en la batalla por la democracia y la necesidad de buscar la paz: «En el núcleo de la lucha por la democracia brilla una simple verdad: la democracia es más que una forma de gobierno. Es también la base para una paz duradera.»
Además, remarcó la importancia de reconocer a la resistencia contra la dictadura y el trabajo de Maria Corina Machado participando en los procesos de diálogo por años: » Las elecciones presidenciales de 2024 fueron un factor decisivo en la elección de la galardonada con el Premio de la Paz de este año. María Corina Machado fue la candidata presidencial de la oposición y la voz unificadora de la esperanza en el país. Cuando el régimen bloqueó su candidatura, el movimiento podría haberse derrumbado, pero ella brindó su apoyo a Edmundo González Urrutia y la oposición se mantuvo unida.»
Por otro lado, destaca que este año, el galardón cumple con los tres criterios establecidos en el testamento de Alfred Nobel. En primer lugar, el movimiento democrático logró unir movimientos políticos y ciudadanos con el mismo objetivo, el de reestablecer la democracia. En segundo lugar, se opuso a la militarización de la sociedad. Por último, la verdadera fraternidad que Alfred pensó, necesita de la democracia.
Ana Corina Sosa Machado, la encargada de recibir el premio
Ana Corina Sosa, la hija de la galardonada, fue la encargada de recibir el diploma y la medalla. El público la aplaudió de pie el reconocimiento. Desde los Premio Nobel informaron que Maria Corina llegó a la ciudad de Oslo y se unirá a las próximas actividades pero no se pudo hacer presente en la ceremonia principal. Por esta razón, su hija recibió el premio en su nombre.
Luego de otro intervalo musical, comenzó el discurso de Ana Corina Sosa. Comenzó agradeciendo a las autoridades por el premio y recordando el trabajo de su madre. Además, afirmó que en unas horas la galardonada se hará presente en Oslo para otras actividades relacionadas a la premiación: «Y es por eso que, con toda la alegría de mi corazón, puedo decirles que en tan solo unas horas podremos abrazarla aquí en Oslo, después de 16 meses viviendo en la clandestinidad«.
Luego, dio lugar al discurso que su madre había preparado para la ocasión remarcando la búsqueda de una Venezuela libre y democrática: «Pero incluso la democracia más fuerte se debilita cuando sus ciudadanos olvidan que la libertad no es algo que debamos esperar, sino algo a lo que debemos dar vida. Es una decisión personal, consciente, cuya práctica cotidiana moldea una ética ciudadana que debe renovarse cada día.»
El final de una ceremonia emotiva
Luego del discurso que terminó rodeado de aplausos y de todos los participantes de pie, la ceremonia empezó a llegar a su conclusión con una última intervención musical en el piano. Cuando los aplausos finalmente se apagaron en el Ayuntamiento de Oslo, quedó una certeza flotando: la necesidad de paz y democracia.