En una elección sin precedentes en la isla del mar de China, los electores taiwaneses optaron por mantener a los representantes legislativos, vinculados a partidos aliados de la nación milenaria. A finales de agosto, otros siete legisladores deberán enfrentar un proceso electoral similar.
Taiwán a favor del Partido Nacionalista
La isla de Taiwán es un punto en el escenario internacional que genera constantes preocupaciones y dolores de cabeza desde que la isla se independizó de la China Continental, y mantiene vínculos cercanos con Estados Unidos
Este fin de semana, los ciudadanos taiwaneses fueron llamados a las urnas para definir un intento de destitución a alrededor de una quinta parte de sus legisladores nacionales, todos ellos miembros del opositor Partido Nacionalista. El referéndum revocatorio apuntaba a cambiar el equilibrio de poder en el interior de la legislatura de la isla, que se encuentra bastante desfavorable para el gobernante Partido Progresista Democrático (DPP).
Hay que tener en cuenta que, si bien el DPP ganó las últimas elecciones presidenciales, el Partido Nacionalista (también conocido com KMT) tuvo resultados muy favorables, lo que le permitió sumar suficientes escaños para consolidarse como bloque mayoritario, en alianza con el Partido Popular de Taiwán.
Según los primeros resultados oficiales, este intento de destitución fue rechazado por amplia mayoría, por lo que el oficialismo taiwanés no logró remover a ninguno de los casi 25 legisladores del KMT pro chino. Es la primera vez en la historia de la isla que se llegan a ejecutar unas elecciones de estas características, teniendo en cuenta que otros siete legisladores del Partido Nacionalista se enfrentarán a unos comicios similares el próximo 23 de agosto.
¿Cómo queda el Congreso taiwanés?
Si el conteo definitivo corresponde a los resultados preliminares, el bloque KMT/PPT mantiene un su posesión 52 escaños, mientras que el oficialismo tiene 51. No obstante, el DPP puede revertir esta situación si logra la destitución de, al menos, seis legisladores del Partido Nacionalista, y gana las posteriores elecciones complementarias que se celebrarán a los tres meses de efectivizarse las destituciones.
De mantenerse la constante favorable para los Nacionalistas en los comicios de fines de agosto, el gobierno de la presidenta Lai Ching-te deberá enfrentar una legislatura que, muy probablemente, se oponga sistemáticamente a su plan de gobierno hasta las próximas elecciones presidenciales en la isla, programadas para el año 2028.
Las repercusiones de ambos bandos
El KMT celebró la jornada electoral en la que el presidente del partido, Eric Chu, expresó su alegría al considerar que los votantes habían usado sus boletas para demostrar que la democracia taiwanesa es madura y sólida, así como exigió disculpas a la presidenta Lai.
“Todo el pueblo taiwanés eligió la estabilidad, eligió que el gobierno se concentre en realizar su labor, en vez de enredarse en luchas políticas amargas”, afirmó.
El profesor de Ciencias políticas de la Universidad Nacional de Taiwán, Lev Nachman, explicó que los defensores del referéndum revocatorio se enfrentaban a una «lucha cuesta arriba» al buscar la destitución de legisladores de distritos con mucha organización y un gran control del KMT.
“Por ahora, hay muy poco que Lai pueda hacer más allá de buscar otras formas creativas de captar la atención del público”, explicó Nachman, haciendo referencia a la situación de dificultad con la que se encontrará la presidenta a la hora de impulsar su agenda en la legislatura.
Por su parte, el legislador Fu Kun-chi, uno de los que se vería afectada su posición en el congreso por la revocatoria, señaló que el resultado deja a Lai sin más opción que dialogar con la oposición y “buscar una vía para que Taiwán avance de modo más estable en este mundo caótico”.