El apoderado del Kremlin aterrizó en las últimas horas en el territorio de la India, donde fue recibido con cordialidad y júbilo por el primer ministro local, Narendra Modi, para posteriormente avanzar en la reactivación de varios acuerdos de cooperación en materia de energía y defensa militar, pese a las presiones occidentales para que Nueva Delhi abandone todos los acuerdos de comercialización relacionados con el petróleo ruso y sus derivados.
India recibe a Putin
Mientras el mundo sigue debatiendo alrededor de un futuro plan de paz para Ucrania, basado en el acuerdo de 28 puntos confeccionado por los técnicos de la Casa Blanca, las autoridades rusas apuntan a reforzar uno de los lazos comerciales y estratégicos más importantes que todavía mantiene, pese a la enorme presión de las potencias occidentales para aislar a Moscú con el objetivo de debilitar la posición del Kremlin a la hora de sentarse a negociar.
En este sentido, el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, llegó en la noche del jueves (hora local) a Nueva Delhi, una de las pocas capitales que el mandatario ruso puede visitar sin activar el pedido de captura que la Corte Penal Internacional (CPI) emitió en marzo de 2023 al ser acusado de crímenes de guerra relacionados con el contexto de la guerra en Ucrania.
El apoderado del Kremlin fue recibido con la solemnidad y ceremonia que corresponde a uno de los principales aliados comerciales de la India. El primer ministro, Narendra Modi, se presentó en el lugar personalmente y saludó a Putin con un cálido abrazo, como quien recibe a un amigo que hace mucho tiempo no ve.
Ambos mandatarios compartieron el vehículo en el que abandonaron el lugar, seguidos por una limusina blindada rusa en la que viajaron el resto de la comitiva que acompañó a Putin, rodeados de un importante despliegue de efectivos de seguridad.
Una visita postergada por la guerra
Es importante aclarar que, desde que ocupa el máximo cargo en la administración nacional rusa, Putin ha visitado la India al menos una vez al año. Tradición que se vio interrumpida en diciembre del 2021, última vez que el dirigente ruso visitó Nueva Delhi antes de que iniciara la operación militar especial en territorio ucraniano.
No obstante, el inicio del conflicto bélico en el este de Europa no significó la interrupción inmediata de las relaciones bilaterales entre Rusia y la India; incluso hay quienes señalaron que ocurrió todo lo contrario. A partir del cierre de los mercados occidentales al petróleo ruso, se fortaleció considerablemente el comercio del crudo con refinerías públicas y privadas indias a partir del 2022.
A partir de esto, la administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, impuso un incremento del 50% en los aranceles a productos indios a modo de represalia, lo que, sumado a la reunión llevada a cabo en la Casa Blanca con el jefe de las Fuerzas Armadas de Pakistán poco después de que ocurriera el intercambio de ataques indo-pakistaní más importante en un cuarto de siglo, generó un sentido alejamiento en la relación Washington-Nueva Delhi.
Un oso no tan aislado
La visita de Putin a la India trastoca considerablemente la narrativa que impulsan las potencias occidentales en relación al aislamiento de Rusia y la efectividad de las sanciones y castigos que cayeron no solamente sobre ciudadanos y autoridades rusas, sino también sobre aquellos que han evidenciado algún tipo de simpatía con el Kremlin.
Pese a ello, el presidente ruso se ha dedicado de manera constante a evidenciar que su supuesto aislamiento no está tan consolidado como buscan señalar. Putin fue recibido cálidamente por el presidente de China, Xi Jinping, en cada oportunidad que se cruzaron, y por el propio Modi, así como por varios mandatarios, principalmente asiáticos y africanos.
