El presidente ruso, Vladimir Putin, este miércoles hizo una afirmación que fue percibida más como una amenaza que como una puerta al diálogo. El líder ruso, ante la junta con los altos mandos del Ministerio de la Defensa en Moscú, sentenció que Rusia alcanzará, sin duda alguna, sus objetivos en Ucrania.
Las tensiones en el Mar Negro se elevan con la postura firme de Moscú ante sus objetivos en el conflicto
Tras estas declaraciones, el mandatario ruso dejó claro que el Kremlin prefiere la vía diplomática para la resolución del conflicto. Pero si Kiev y sus aliados occidentales no aceptan las nuevas realidades territoriales, el ejército ruso está preparado para tomar lo que considera «territorios históricos rusos» por la fuerza militar.
El tono utilizado por Putin, ha generado cierta incertidumbre, debido a la retórica de recuperación de territorios históricamente pertenecientes a Rusia en conjunto con la firme posición para lograrlo. La ofensiva rusa, podría no detenerse en consolidar el control sobre el Donbás o Crimea, de forma que entra la posibilidad de extenderse a Odesa, Járkov o incluso la totalidad de la franja del Mar Negro si la guerra continúa.
En la actualidad, el conflicto se encuentra con el rol de los Estados Unidos incluido en la escena. La administración Trump, con casi un año dentro de la Casa Blanca, recientemente habría elaborado un plan de 28 puntos, el cual garantizaba el camino seguro para el final de la guerra. Dicho plan, contiene condiciones como el alto al fuego inmediato, el control de Rusia sobre Crimea, Donetsk y Lugansk y el cese total de batallas en Jersón y Zaporiyia.
Ucrania y Europa se muestran preocupadas de cara a las declaraciones de Rusia y al pacto que quiere llevar Estados Unidos al terreno
Ucrania, al mando del presidente Volodimir Zelenski, ha reiterado que no puede haber paz duradera si se premia al agresor. Las presiones se encuentran forzando a Zelenski a ceder territorios a cambio de un alto al fuego. Negándose a tales acuerdos, Kiev considera la diplomacia de de Putin como una trampa mortal, por lo que insiste en garantías de seguridad reales, como el escudo de la OTAN o tropas europeas en su suelo.
Desde el bando europeo, se han visto disgustados por la posición de Putin y el posible acuerdo a plantear por parte de Estados Unidos. Se considera, que este dejaría indefensa a Ucrania, y líderes europeos han comenzado a discutir seriamente el despliegue de una fuerza multinacional para garantizar la seguridad en las zonas controladas por Kiev.
Putin afianza su avance basado en las pretensiones de la OTAN y la Unión Europea
Ante la planificación de Zelenski y la OTAN, el presidente ruso advirtió de manera implícita, que cualquier presencia de tropas de la OTAN o europeas no detendrá su movilización. Incluso, ante ese escenario abre la posibilidad de ampliar la zona de operaciones, elevando el riesgo de una conflagración continental.
Al mismo tiempo, el intento de debilitar el frente ruso con las sanciones, se ha visto como un fracaso rotundo, al no haber logrado detener los tanques. Lo que Occidente esperaba que fuera un golpe para el colapso financiero en 2022, se ha transformado en una economía de guerra recalentada pero funcional en 2025. Rusia, ha encontrado mercados alternativos en el Sur Global, y ha tejido redes de evasión que mantienen sus estanterías llenas y sus fábricas de misiles operando.
De esta manera, la resiliencia económica de Rusia, ha servido como un pilar fundamental para la confianza de Putin. Para el Kremlin, la diplomacia marca la formalización legal de sus conquistas y la renuncia de Ucrania a su soberanía real, más no representa límites en los objetivos que Rusia percibe como fijos e inamovibles.
