En un nuevo intento por detener el conflicto entre Rusia y Ucrania, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, mantuvieron una conversación telefónica. La comunicación entre los representantes de Estados Unidos y Rusia, sentó las bases para llevar a cabo una cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin.
La llamada entre Rubio y Lavrov es el inicio de los preparativos de la cumbre en Budapest
Tras más de 3 años, desde que se inició la invasión de Rusia en territorio ucraniano, la comunidad internacional ha tratado de presionar constantemente a Rusia para que ponga fin a su intervención militar. En ese contexto, recientemente el gobierno de los Estados Unidos, bajo la dirección del presidente Trump se convocó en Alaska una reunión con el presidente Putin, sin embargo, no se ha logrado finalizar el conflicto.
En ese sentido, los jefes diplomáticos de Estados Unidos y Rusia, a través de una conversación telefónica el día de hoy, iniciaron los preparativos necesarios para concretar una nueva cumbre entre los presidentes de sus países. La reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin se realizará en Budapest en un plazo estimado dentro de tres semanas, aunque la fecha precisa aún no ha sido fijada.
Según el comunicado emitido por el Ministerio de Exteriores ruso, después de que la llamada finalizara, en la conversación se desarrolló un debate constructivo entre los diplomáticos, abordando los pasos necesarios para concretar la reunión. Ambos representantes, cumplieron con el objetivo de formalizar los entendimientos que fueron alcanzados entre los mandatarios de Rusia y Estados Unidos, luego de que ambos mantuvieran contacto el pasado 16 de octubre.
La cumbre de Budapest se programará basada en los esquemas de Anchorage
Uno de los resultados de la conversación, fue que se programó un encuentro personal entre Marco Rubio y Serguéi Lavrov, con el fin de concretar los temas de conversación que se tratarán en la cumbre entre los mandatarios. Además, en el encuentro se establecerá la fecha exacta de la reunión, que según lo adelantado por el propio presidente Trump, debería fijarse dentro del propio mes de noviembre.
El propio ministro de Exteriores, Lavrov, admitió que no se conoce aún el lugar en el que se realizará la reunión con el secretario de Estado, Rubio, pero que está seguro de que todo se desarrollará de manera provechosa. La última vez que Marco Rubio y Serguéi Lavrov estuvieron reunidos, fue en la cumbre entre Trump y Putin que se celebró a mediados de agosto en Alaska.
Según Lavrov, una de las prioridades en estos momentos, es transmitir al equipo diplomático de Estados Unidos, que Anchorage, ya ha establecido el marco en el que se deben llevar a cabo las reuniones entre ambos países, para que se desarrollen de manera adecuada. Por ello, considera que no hay mucho más que hacer, que seguir basándose en lo establecido por ambos presidentes.
La postura firme de Rusia sobre sus demandas y la preocupación de la Unión Europea
Ucrania y la Unión Europea han expresado su preocupación sobre la reunión entre Putin y Trump que se celebrará en Budapest. Los líderes europeos temen que al igual que la cumbre anterior en Alaska, esta sirva para que el presidente ruso gane tiempo y pueda continuar, sin consecuencias, sus ataques contra Ucrania.
Por parte del gobierno ruso, han afirmado que su postura en torno a las principales demandas, para dar por finalizado el conflicto se mantiene igual. Exigen que Kiev retire sus tropas de las regiones que han sido tomadas bajo el control militar ruso y que renuncie a sus intenciones de unirse a la OTAN, como condiciones para empezar a negociar.