El día de hoy, 8 de junio, Rusia anunció este domingo estar efectuando una ofensiva en una región ucraniana aledaña a la de Donetsk en el este de Ucrania, por primera vez en más de 3 años de conflicto, por lo cual las unidades de la 90.ª división blindada han alcanzado la frontera occidental de la República Popular de Donetsk y prosiguen su ofensiva en el territorio de la región de Dnipropetrovsk, anunció el ejército ruso en Telegram, empleando el nombre que Moscú utiliza para la región que controla en gran medida.
Es por ello que la entrada del ejército ruso en la región Dnipropetrovsk marca un nuevo revés para las fuerzas ucranianas en dificultades desde hace meses en el frente por falta de hombres y de armas. Por ende, este avance de las tropas de Moscú podría tener un valor estratégico sobre el terreno en plenos contactos diplomáticos animados por Washington para tratar de encontrar una salida al conflicto.
Ataques nocturnos en ambos lados
Bombardeos nocturnos rusos en el centro de Ucrania dejaron un muerto y causaron cuantiosos daños, informaron este domingo las autoridades regionales. No obstante, la región industrial de Dnipropetrovsk fue alcanzada por drones, artillería y lanzacohetes que destruyeron edificios y el tendido eléctrico; también resultaron dañados cinco casas y un jardín infantil, detalló el jefe del consejo de Dnipropetrovsk, Mikola Lukashuk.
En el lado ruso, la fábrica de nitrógeno y amoniaco Azot de la región rusa de Tula, a 200 kilómetros al sur de Moscú, se incendió tras la caída de un dron ucraniano, según informó el gobernador local Dimitri Miliayev. Por ende, el fuego fue sofocado, indicó en un mensaje en Telegram, en el que indicó que dos personas resultaron heridas durante el incidente, pero sus vidas no corren peligro.
En las últimas semanas se han intensificado los ataques nocturnos entre Rusia y Ucrania con ofensivas masivas que involucran misiles y drones entre ambos lados. Es por ello que Rusia lanzó un feroz ataque nocturno con más de 200 misiles y drones que impactaron ciudades ucranianas como Jarkov, Donetsk, Dnipro, Odesa y Ternopil, causando muertos y heridos y daños significativos en la infraestructura civil.
Un avance preocupante pero riesgoso para Rusia
La novedosa entrada del ejército ruso en la región de Dnipropetrovsk marca un nuevo revés para las fuerzas ucranianas, en dificultades desde hace meses en el frente por falta de hombres y armas. Por ende, Ucrania no reaccionó de momento a estas declaraciones. Además, Moscú anunció la toma de un nuevo pueblo en la región de Donetsk, Zaria.
Este avance de las tropas de Moscú podría tener un valor estratégico sobre el terreno cuando los esfuerzos diplomáticos animados por Washington para tratar de encontrar una salida al conflicto se encuentran empantanados y varios observadores consideran que los rusos podrían querer seguir avanzando en la zona para dificultar el dispositivo defensivo ucraniano en la vecina región oriental del Donbás.
Antes de la ofensiva rusa lanzada en febrero del 2022, unos tres millones de personas vivían en la región de Dnipropetrovsk, un millón de ellas en la capital regional, Dnipro, blanco habitual de bombardeos rusos a base de drones y misiles. No obstante, la economía de la región tiene un alto componente minero e industrial; es por ello que miles de ucranianos refugiados de las regiones vecinas de Donetsk y Lugansk se instalaron allí tras el asalto inicial de las tropas rusas.
Negociaciones estancadas
El anuncio de este avance se produce cuando Moscú y Kiev se acusan mutuamente de perturbar un canje de prisioneros, unos 1000 en total, previsto este fin de semana y que tendrá lugar normalmente la semana próxima. Dicho canje fue el único resultado concreto de unas conversaciones directas celebradas a inicio de semana; por lo demás, estas conversaciones entre Kiev y Moscú, auspiciadas por los Estados Unidos y celebradas en Estambul,