Luego de las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, despertó el enojo de Hamás porque se refirió al conflicto diplomático en torno a la Franja de Gaza con una idea de trasladar a la población de Gaza hacia el sur del enclave siendo una amenaza directa a cualquier avance en las negociaciones.
Según el grupo islamista, la propuesta de Israel representa un intento de cambiar la demografía de la región y que también obstaculiza gravemente las posibilidades de alcanzar un cese del fuego. Hamás denuncia que esto responde a una estrategia para consolidar el control militar sobre el territorio, alejando la resolución diplomática.
El punto más controvertido de la propuesta de Netanyahu es su intención de implementar el llamado “plan Trump”, que contempla el desplazamiento forzado de quienes se encuentran en Gaza hacía otros países árabes pero Hamás lo interpreta como un crimen internacional con implicaciones humanitarias.
Negociaciones frenadas y la perspectiva de Hamás
Hamás advirtió que las conversaciones para lograr un alto el fuego y un acuerdo de liberación de rehenes se encuentran estancadas. A pesar de que Israel mantiene una delegación en Qatar, el grupo insiste en que no hay avances reales y acusa a Netanyahu de utilizar estas presencias como una cortina de humo mediática.
Según Hamás, la estrategia sería extender artificialmente las discusiones sin mostrar voluntad política de llegar a un consenso, siendo una acusación que refuerza la percepción de que el gobierno israelí operando con un doble discurso, prometiendo soluciones diplomáticas mientras intensifica su ofensiva militar en el terreno.
Por otro lado, las condiciones para liberar prisioneros se vuelven lejanas, remarcando que la postura de Netanyahu de reanudar la guerra tras cualquier cese temporal de hostilidades alimenta el rechazo de Hamás, que considera que el verdadero objetivo es dilatar el conflicto para obtener ventajas estratégicas sin ceder en lo importante.
El manejo de la ayuda humanitaria como arma política
Pese a que el gobierno de Israel anunció que permitiría el ingreso de suministros, la realidad en el terreno parece contradecir esa afirmación. Según Hamás, de los camiones aprobados para entrar en Gaza, solo una fracción llegó y, en muchos casos, su contenido no pudo ser distribuido.
El portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jens Laerke, confirmó que quien indicó que cinco camiones ingresaron, pero su carga quedó sin entregar por falta de coordinación. Para el grupo islamista, esto demuestra una política deliberada de obstrucción, orientada a mantener la presión sobre la población de Gaza.
Cabe mencionar que Netanyahu habría reconocido en su entorno que permitir cualquier tipo de entrada de ayuda responde más a intereses internacionales que a una preocupación humanitaria real. Sin embargo, el temor de perder apoyo de aliados por las imágenes de hambruna en Gaza sería lo que motiva este cambio táctico.
Advertencias de varios líderes y denuncias de genocidio
En el marco de su nuevo comunicado, Hamás acusó a Netanyahu como un lider “obsesionado con el asesinato y el genocidio”, así es como el grupo responsabiliza al primer ministro de empujar a la región hacia un problema total por motivos políticos y autopreservación personal.
Además, Hamás pidió a Estados Unidos que defina con claridad su postura ante el presunto plan de desplazamiento forzado. Al mismo tiempo, instó a la comunidad internacional a actuar para detener lo que considera “masacres brutales” contra civiles inocentes en Gaza.
Por otro lado, este discurso forma parte de una estrategia de presión sobre actores globales que aún mantienen vínculos con Israel. También, al posicionar la situación somo una crisis humanitaria de alcance internacional, Hamás busca señalar un rechazo más amplio hacia las decisiones del gobierno israelí y ganar legitimidad.