En el medio de una considerable crisis institucional y política generada a partir de una dura derrota electoral, que continuó con la renuncia del primer ministro Shigeru Ishiba, en Japón, el Partido Liberal Democrático eligió a Sanae Takaichi como reemplazante del saliente Ishiba, apuntando a recomponer el partido y recuperar el apoyo de la opinión pública.
Una mujer a punto de gobernar Japón
La situación en la política nacional japonesa es de una constante tensión e incertidumbre por el futuro inmediato luego de que el Partido Liberal Democrático (PLD), que ocupa el lugar de oficialismo, perdiera por una diferencia considerable las elecciones de la Cámara de los Consejeros, como se le llama al parlamento japonés, que decantó en la renuncia del primer ministro Shigeru Ishiba a principios del mes de septiembre.
En este contexto, se realizaron elecciones internas en el partido gobernante para señalar al nuevo líder y, probablemente, futuro primer ministro del país del sol naciente. El sábado, la exministra de Seguridad Económica Sanae Takaichi fue elegida por sus correligionarios para dirigir el partido, lo que podría convertirla en la primera mujer en ocupar el cargo más alto en la administración pública japonesa.
Takaichi logró imponerse sobre figuras como el ministro de agricultura, Shinjiro Koizumi, hijo del popular ex primer ministro Junichiro Koizumi, en un proceso electoral interno del PLD que implicó hasta una segunda vuelta. Takaichi asumirá como reemplazo del saliente Shigeru Ishiba en un momento en el que el liberalismo japonés apunta a recuperar el apoyo de la opinión pública y ganar las próximas elecciones.
La renovación liberal japonesa
El proceso electoral interno del Partido Liberal Democrático japonés dio por ganadora a Takaichi con 185 de los 342 votos en la segunda vuelta, superando al apoderado de la cartera de agricultura, Shinjiro Koizumi, quien había sumado apenas 156 partidarios.
Si bien la victoria de Takaichi es un hecho histórico para el liberalismo japonés, Koizumi apuntaba a ser el dirigente político más joven de la historia de Japón desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, en ocupar tanto la dirigencia del principal partido político a nivel nacional como el máximo cargo de la administración pública, con apenas 44 años.
A sus 64 años y siendo confesa admiradora de Margaret Thatcher, Takaichi deberá afrontar el reto de renovar al debilitado PLD ante las crecientes presiones de sectores antiinmigración. Al mismo tiempo, se posicionó como la favorita para ser aprobada por la Dieta, es decir, que sería elegida por el parlamento nacional como primera ministra en la semana del 13 de octubre.
Cabe aclarar que la hasta ayer ministra de Seguridad Económica, Sanae Takaichi, había quedado en segundo lugar en las elecciones primarias del año pasado, ganadas por el ex primer ministro Ishiba, por lo que se la consideró como la candidata ideal para esta ocasión.
“Lo que se necesita ahora es una política que transforme nuestras ansiedades sobre la vida y el futuro en esperanza”, aseguró Takaichi en declaraciones a la prensa, que fueron divulgadas por la agencia de noticias local Kyodo, luego de conocerse los resultados de la elección interna.
La carrera de Sanae Takaichi
La recientemente elegida como dirigente del Partido Liberal Democrático es considerada como la «sucesora» del histórico primer ministro nipón que ocupó dicho cargo entre 2012 y 2020, el difunto Shinzo Abe. En la interna recibió el apoyo del ala más dura del partido gobernante.
En campaña, Takaichi prometió mejorar el equilibrio de género en su gabinete hasta niveles «nórdicos». No obstante, es una opositora a la revisión de las leyes que obligan a las parejas casadas a compartir apellido, regla que obliga a las mujeres japonesas a adoptar el nombre familiar de sus esposos.
En la actualidad, Japón ocupa el puesto 118 de 148 en el Informe de Brecha de Género 2025 del Foro Económico Mundial, debido principalmente a la baja representación femenina en el gobierno.