En la mañana de hoy, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, relativiza el peso geopolítico de las Naciones Unidas, pero asume su protagonismo mediático cuando organiza la Asamblea General, que sesiona desde el año 1945, por lo cual el mandatario estadounidense no está dispuesto a perder esa vidriera global y por eso en las próximas 72 horas se encontrará en Manhattan para ocupar el centro del tablero internacional; por ende, su agenda incluye una reunión clave con el presidente ucraniano Volodímir Zelensky.
Por lo tanto, al comenzar su segundo mandato presidencial, el mandatario Donald Trump solicitó a Marco Rubio, el secretario de Estado, que analizara el rol de la ONU en relación a la agenda exterior que pretendía cumplir en los próximos cuatro años, sin embargo, la instrucción respondía a una estrategia más amplia de definir alianzas multilaterales, y priorizar acuerdos bilaterales con socios claves y condicionar el financiamiento.
Trump viaja a la ONU tras validar el retiro de Estados Unidos de la OMS
Rubio recomendó recortar los fondos que Washington aportó al foro global y retirar a los Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud, UNESCO, el Consejo de Derechos Humanos y el acuerdo de cambio climático; es por ello que esta propuesta respalda al presidente Trump, que marcó un giro drástico en la política exterior estadounidense orientado a desmantelar el entramado multilateral que había sostenido el orden internacional.
Y el jefe americano Trump convalidó la propuesta de Rubio y desde ese momento quedó en evidencia que apostaba a la diplomacia presidencial y consideraba a los organismos multilaterales una pérdida de tiempo. Esta decisión marcó un punto de inflexión en la política exterior de los Estados Unidos, que comenzó a privilegiar el liderazgo unilateral y las negociaciones directas entre jefes de Estado.
En este contexto, el mandatario estadounidense Trump viajará a Nueva York para multiplicar la exposición de su hoja de ruta global, abogar por el derecho de Israel de terminar con Hamás en Gaza y dialogar con Volodímir Zelensky para encontrar un punto de inflexión que permita cerrar un cese del fuego con Vladímir Putin; por ende, la Asamblea General de la ONU se convierte en el escenario elegido por Trump para reafirmar su liderazgo.
Donald Trump endurece su postura en la ONU
El jefe de los Estados Unidos, Donald Trump, exprime el concepto de realpolitik cuando toma decisiones que se ejecutan en la ONU y no le importan las votaciones en la asamblea general; utiliza su voto en el consejo de seguridad para bloquear las posiciones comunes de Rusia y China y suma reuniones bilaterales aprovechando la concurrencia casi perfecta de los mandatarios extranjeros.
Con esa perspectiva utilitaria, Trump este año forzó al máximo su displicencia política frente a la ONU e ignoró las votaciones de la asamblea general, ejerció su poder de voto en el consejo de seguridad para bloquear resoluciones impulsadas por Rusia y China y convirtió la cumbre multilateral en una serie de encuentros bilaterales cuidadosamente seleccionados para reforzar su narrativa global.
Y decidió que el Departamento de Estado no otorgue visa diplomática a Mahmoud Abbas, titular de la autoridad nacional palestina, y los 80 asesores que lo acompañarían en la asamblea general la medida anunciada días antes del inicio de la cumbre en Nueva York fue interpretada como un gesto de alineamiento total con la política de Israel.
Rusia intensifica su ofensiva tras la cumbre de Alaska
El día de ayer Rusia lanzó un ataque aéreo con 580 drones y 40 misiles que causó al menos tres muertos y más de 200 heridos, por lo cual Putin considera que la cumbre de Alaska no sirvió para su interés expansionista y en las últimas dos semanas multiplicó los ataques contra los blancos civiles.