El bloque económico europeo condenó el accionar de las fuerzas de seguridad de Georgia durante las manifestaciones en la capital, que incluyeron un intento de tomar la sede del gobierno. El primer ministro acusó a los manifestantes de intentar derrocar a su gobierno.
Preocupación por Georgia
Autoridades de la Unión Europea evidenciaron una creciente preocupación por lo que llamaron una «persecución de la disidencia» en el marco de las recientes elecciones municipales en Tiflis, capital de Georgia, donde el partido oficialista Sueño Georgiano habría salido victorioso, pese al llamado a abstención realizado por espacios de la oposición.
En un comunicado firmado por la Alta Representante de la Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, y la comisaria de Ampliación, Marto Kos, desde Bruselas señalaron que «los meses de operaciones contra los medios de comunicación independientes, la aprobación de leyes contra la sociedad civil, el encarcelamiento de opositores y activistas o los cambios legislativos para favorecer al partido gobernante han reducido drásticamente la posibilidad de que hubiera unas elecciones competitivas«.
«Gran parte de la oposición no ha participado en estas elecciones y la participación ha sido relativamente baja», destacó la Comisión Europea en el comunicado, donde aclararon que las autoridades georgianas no invitaron ni aceptaron la participación de observadores internacionales en los comicios capitalinos, lo que «socava la transparencia del proceso electoral».
El comunicado de Bruselas finaliza con el rechazo y la condena a «la desinformación sobre la supuesta implicación de la UE en Georgia» y denuncia los ataques personales contra el embajador de la UE en Georgia, Pawel Herczynski.
Denuncian intento de golpe de Estado
Por su parte, el primer ministro de Georgia, Irakli Kobakhidze, denunció a la oposición de fogonear un presunto intento de golpe de Estado, por lo que prometió una mayor represión contra los espacios disidentes.
Las protestas iniciaron en la capital, Tiflis, mientras se llevaban a cabo los comicios municipales; la situación continuó escalando a medida que en las calles se escuchaban cánticos contra las políticas represivas del gobierno y la supuesta postura prorrusa de Kobakhidze, evidenciada en el acercamiento constante de Georgia hacia la órbita de Moscú.
El partido oficialista, Sueño Georgiano, aseguró en la noche del sábado que habían ganado en todos los comicios municipales que se realizaron a lo largo del país, en medio de un intento de boicot por parte de la oposición que no habría surtido mucho efecto.
Según el informe oficial, la policía antimotines habría utilizado cañones de agua y gas lacrimógeno durante las protestas del sábado como respuesta a un intento de ingresar al palacio presidencial, luego de que un grupo de manifestantes lograra superar el cerco e ingresar a las inmediaciones del edificio.
Kobakhidze justificó el accionar de las fuerzas de seguridad, asegurando que actuaron para «neutralizar completamente a los agentes extranjeros» que, según el relato oficial, habrían coordinado y financiado las manifestaciones desde el exterior y respondiendo a intereses europeos.
Dirigentes opositores detenidos
El operativo de represión dejó un total de cinco personas detenidas que podrían recibir una condena de hasta nueve años de prisión. El Ministerio del Interior confirmó que, entre los arrestados en la noche del sábado, se encuentra el dirigente político opositor y cantante de ópera Paata Burchuladze, Murtaz Zodelava, Irakli Nadiradze (ambos miembros del partido opositor Movimiento Nacional Unido), Paata Manjgaladze del partido Sí a Europa y el coronel retirado Lasha Beridze.
Los acusaron de fomentar la violencia institucional para conseguir un cambio del orden constitucional en el país y de conspirar para llevar a cabo un golpe de Estado.
“En base a las pruebas recopiladas por agentes de las fuerzas de seguridad y los vídeos publicados por varios medios de comunicación, se ha concluido que hubo llamamientos a la violencia por parte de los organizadores. Estos llamamientos provienen incluso de antes del 4 de octubre”, indicaron desde el Ministerio del Interior georgiano.