Una patrulla integrada por fuerzas de Estados Unidos y Siria fue atacada este sábado en la zona desértica de Palmira, en el centro del país, lo que dejó varios heridos y al menos tres personas fallecidas. El ataque se registró mientras ambas fuerzas realizaban un operativo relacionado con labores antiterroristas en la región y vuelve a evidenciar la falta de seguridad en áreas donde, a pesar de la derrota oficial del Estado Islámico, siguen ocurriendo acciones armadas de manera aislada.
Ataque durante una operación antiterrorista
De acuerdo con fuentes militares de Estados Unidos, el ataque ocurrió mientras una patrulla realizaba un operativo contra un líder considerado clave dentro de las acciones antiterroristas vinculadas al grupo Estado Islámico (ISIS). En medio del enfrentamiento murieron dos soldados del Ejército estadounidense y un intérprete civil de nacionalidad estadounidense. Además, al menos tres personas resultaron heridas.
Las autoridades indicaron que la misión formaba parte de los esfuerzos constantes para respaldar operaciones antiterroristas en la región, una extensa zona desértica que desde hace años ha servido como refugio y área de movimiento para distintos grupos armados. Aunque ISIS perdió el control territorial de Palmira en 2019 tras una ofensiva encabezada por una coalición internacional, sus integrantes no han desaparecido y continúan perpetrando ataques esporádicos.
Versiones oficiales y evacuación de los heridos
Por su parte, la agencia oficial siria Sana informó que varios soldados estadounidenses y dos miembros de las fuerzas de seguridad sirias resultaron heridos por disparos mientras realizaban una patrulla conjunta en la zona de Palmira. Según ese reporte, el responsable del ataque murió durante el enfrentamiento, aunque no se ofrecieron mayores precisiones sobre cómo se desarrollaron los hechos ni sobre la identidad del agresor.
Tras el incidente, los heridos fueron evacuados en helicópteros hacia la base militar de Al Tanf, en el sur de Siria, donde se encuentran desplegadas tropas estadounidenses. Esta base es considerada clave para las operaciones de la coalición internacional en el país.
Desde el gobierno sirio se evitó profundizar en lo ocurrido y únicamente se confirmó que se trató de un ataque armado contra una patrulla conjunta, en un contexto de cooperación militar que se ha intensificado en el último año.
Un hecho inédito en el actual escenario político
El ataque en Palmira es el primero de este tipo que se reporta desde que una coalición islamista asumió el poder en Siria hace un año y comenzó un acercamiento diplomático con Estados Unidos. Este nuevo escenario derivó en una mayor coordinación en temas de seguridad y en la incorporación de Damasco a la coalición internacional contra el yihadismo.
El mes pasado, durante una visita a Washington del presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, Siria formalizó su adhesión a la coalición encabezada por Estados Unidos, en un intento por reforzar la cooperación frente a la amenaza que siguen representando los grupos extremistas.
Palmira, símbolo del conflicto sirio tanto por su valor estratégico como por su importancia patrimonial, sigue siendo una zona especialmente sensible. A pesar de los avances políticos y militares, la amplitud del desierto y la presencia de células durmientes de ISIS continúan siendo un desafío para las fuerzas locales e internacionales.
El ataque contra la patrulla conjunta en Palmira demuestra que, pese a los cambios políticos y al fortalecimiento de la cooperación entre Siria y Estados Unidos, la amenaza de los grupos armados en el país sigue vigente. La muerte de soldados estadounidenses y de un intérprete civil vuelve a poner en evidencia los riesgos que enfrentan quienes participan en operaciones antiterroristas y deja abiertas dudas sobre la estabilidad de la región en esta nueva etapa. El episodio subraya la fragilidad de la seguridad en el desierto sirio y los retos que persisten en la lucha contra el extremismo.