Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela se tensan aún más. El expresidente Donald Trump anunció en agosto que su fuerza naval había hundido una lancha con 11 supuestos narcotraficantes que, según él, provenían de Venezuela. Este incidente ha escalado la tensión, impulsando la acusación de Estados Unidos de que el gobierno venezolano está presuntamente involucrado en narcotráfico y terrorismo.
Acciones de Estados Unidos son un asedio a Venezuela, según Nicolás Maduro
Como resultado, Estados Unidos ha desplegado una significativa fuerza militar cerca de las costas venezolanas, incluyendo ocho barcos con misiles, un submarino nuclear y diez aviones de combate F-35 en una base en Puerto Rico. La administración de Trump acusa a Nicolás Maduro de liderar el Cartel de los Soles, lo que motivó el aumento de la recompensa por su captura a 50 millones de dólares y esta movilización militar en la región.
En respuesta a lo que Maduro calificó de «asedio», Venezuela desplegó 25 000 efectivos militares en sus fronteras con Colombia y el Caribe. El líder chavista también instó a los ciudadanos a unirse a la Milicia Bolivariana para prepararse ante una posible invasión. Recientemente, convocó a reservistas y jóvenes para recibir entrenamiento militar básico y aprender a usar armas, intensificando la retórica de defensa nacional.
La denuncia de Venezuela contra la Marina de EU
El 12 de septiembre, una embarcación estadounidense retuvo por ocho horas a un barco pesquero venezolano, un incidente que Venezuela denunció este sábado en medio de un aumento de la tensión. El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que el barco pesquero «Carmen Rosa», con nueve tripulantes a bordo, fue abordado de forma «ilegal y hostil» por un destructor de la Marina estadounidense, el USS Jason Dunham.
El suceso ocurrió el viernes, mientras la embarcación venezolana navegaba a 48 millas náuticas al noreste de la Isla La Blanquilla. Esta área se encuentra dentro de la Zona Económica Exclusiva de Venezuela, un espacio marítimo que se extiende hasta 200 millas náuticas desde su costa. Aunque los países tienen soberanía sobre los recursos en esta zona, terceros tienen derechos de navegación.
En ese aspecto, la nota diplomática de Venezuela detalla que 18 militares descendieron del destructor propiedad de la marina estadounidense, con armas largas subieron a la pequeña embarcación venezolana, en una acción que duró ocho horas. El gobierno venezolano calificó este episodio como una «provocación directa», que considera una agresión mediante el uso «ilegal de exagerados medios militares» contra un navío indefenso.
El ministro Yván Gil condena el asalto de un barco venezolano por militares de EU
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, informó que los militares, provenientes del destructor USS Jason Dunham, retuvieron el barco pesquero identificado como «Carmen Rosa», que contaba con la autorización del Ministerio de Pesca del país para operar en aguas venezolanas. Este incidente, según Gil, constituye una clara violación del derecho marítimo internacional.
Las autoridades venezolanas publicaron imágenes y videos grabados por los propios pescadores, que muestran el momento exacto en que los marines abordan el barco y la presencia del buque de guerra estadounidense en aguas bajo jurisdicción de Venezuela. El canciller Gil aseguró que la Armada Bolivariana mantuvo una vigilancia constante del suceso. Además, subrayó que el acto carece de justificación legal al tratarse de una embarcación pesquera que realizaba sus labores habituales.
Así mismo, el canciller Yván Gil advirtió que ciertos sectores en Washington buscan provocar incidentes para escalar militarmente el conflicto en el Caribe, como parte de su política de cambio de régimen contra Venezuela. Calificó la situación de grave, comparándola con episodios históricos que desembocaron en conflictos armados como el de Vietnam. El país ha solicitado explicaciones formales y evalúa presentar una denuncia.