La aparentemente interminable escalada de tensiones entre Venezuela y Estados Unidos, parece tener un incremento exponencial a medida que pasan los meses, pues las medidas que toman ambos países para defender su postura son cada vez más y mayores. En un evento que parece sumarle al contexto de estas crecientes, se ha anunciado la venta de las acciones de la matriz PDV Holding, de la empresa petrolera estatal venezolana CITGO.
El anuncio, informa que un juez federal daría luz verde a la venta, adjudicándole las acciones a la empresa Amber Energy, vinculada al fondo de cobertura Elliot Investment Management, por un suma reportada en torno a los 5 890 millones de dólares. Este movimiento ha sido calificado rápidamente por el gobierno de Venezuela como un «vulgar y bárbaro despojo».
El martillo de la justicia estadounidense pone en venta la joya venezolana más preciada
CITGO Petroleum Corporation, es la red de refinerías y estaciones de servicio más valiosa de Venezuela en el extranjero. Su sede central americana se halla en el Corredor Energético de Houston, Texas. En ese aspecto, para el sistema judicial de Delaware, esta venta constituye el paso final para pagar un cúmulo de deudas acumuladas por la República Bolivariana de Venezuela y PDVSA.
Si bien la República Bolivariana de Venezuela ya enfrentaba una creciente deuda soberana desde hace tiempo atrás, el factor que detonó el proceso legal fue el colapso político venezolano de 2019 Tras el desconocimiento de Nicolás Maduro como presidente del país por parte de la administración de Estados Unidos, que reconoció al opositor Juan Guaidó como mandatario interino de Venezuela, un cambio que tuvo consecuencias directas e inmediatas sobre CITGO.
A partir de ese momento, el control de la refinería fue transferido a una Junta Ad Hoc, nombrada por la oposición, con el mandato expreso de proteger el activo de los acreedores. Ese mismo año, la justicia de Estados Unidos se encargó de asignar a Robert Pincus para actuar como un subastador judicial, garantizando que el proceso fuera transparente y equitativo para los acreedores, al mismo tiempo que diseñar el proceso de venta forzosa.
El proceso se vio facilitado gracias al uso del recurso del «alter ego»
La aplicación de la figura del alter ego, fue la figura que permitió a los acreedores saltarse el principio de inmunidad soberana y ponerle precio a la joya de la corona venezolana. Esta herramienta, es una excepción legal que permite a los tribunales «levantar el velo corporativo» que separa a una empresa de su dueño.
Para el caso de CITGO, significó que el Estado venezolano, a través de PDVSA, no le había permitido operar con independencia. Así, se demostró que Venezuela había transferido fondos, emitido directrices y tomado decisiones con beneficios directos a la República, utilizando a CITGO para transacciones políticas. La justicia estadounidense consideró que el gobierno, estaba utilizando la estructura corporativa para cometer fraude o evadir una obligación legal.
El contundente comunicado por parte del gobierno de Venezuela que no reconocerá la venta
El Estado venezolano no ha tardado en pronunciarse con rechazo ante la decisión. La Asamblea Nacional (AN) venezolana, ha aprobado por unanimidad un proyecto de acuerdo en el que rechaza de manera categórica esta operación. No solo ha tachado la suma de dinero como irrisoria, sino que declaró nula cualquier decisión judicial o administrativa que ordene o facilite la enajenación de CITGO.
Delcy Rodríguez, la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, se pronunció haciendo lectura de un comunicado oficial emitido por el gobierno nacional. Dicho documento es una denuncia pública en contra del proceso judicial y califica la venta forzosa de la filial de PDVSA como una expoliación del patrimonio nacional.
También subrayó que estos movimientos constituyen un nuevo episodio de la agresión multiforme que se ejecuta desde las instituciones de los Estados Unidos contra Venezuela. Con estos señalamientos, acusa al Gobierno de Estados Unidos de estar utilizando su sistema de justicia como herramienta para consumar un acto de asfixia económica en alianza con intereses foráneos.