La mañana del pasado martes, el Palacio de Miraflores, sede del gobierno de Venezuela, se vio sacudido por un pesado mensaje publicado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Dicha publicación, hecha a través de la red social «Truth Social», acusa al régimen de Nicolás Maduro de haber robado las tierras y el petróleo a Estados Unidos, por lo que exigía su devolución inmediata.
El gobierno venezolano presentó su denuncia ante el ultimátum del presidente Donald Trump
Ante tales alegatos, el gobierno de Venezuela no dudó en responder, emitiendo un comunicado en defensa de su libertad, independencia y soberanía. Al mismo tiempo, expresó su rechazo ante las imposiciones planeadas por el dirigente estadounidense. En el comunicado, se agrega a su vez, el anuncio de que el tema se dirigiría ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), mediante su embajador, con el fin de proceder con la denuncia como violación al Derecho Internacional por parte de Trump.
Así, en forma de despliegue diplomático urgente, la Cancillería del Gobierno de Venezuela formalizó la petición ante la ONU. Por medio del Canciller Yván Gil, se han remitido comunicaciones que plantean la vía para establecer un diálogo sensato y evitar un escenario bélico en la región.
El objetivo central, es solicitar la mediación directa del organismo y el uso de sus buenos oficios para frenar lo que Venezuela está presenciando, una escalada de agresiones sin precedentes por parte de Estados Unidos. Sin embargo, en la misiva se enfatiza que Venezuela es una «Zona de Paz», aunque se reserva el derecho a defender su integridad territorial.
El gobierno de Venezuela reitera su llamado a la comunidad internacional
Debido a la presencia militar de los Estados Unidos en las costas cercanas al territorio venezolano, que ha aumentado con el paso de los días, el gobierno de Venezuela se ve cada vez más acusado por Washington. Por su parte, el pretexto de Estados Unidos para esta gran movilización militar ha sido el de una fuerte lucha contra el narcotráfico, sin embargo, por parte de Caracas esto se ha interpretado como un cerco militar para derrocar el poder legalmente constituido.
El evento más reciente, fue la captura de una embarcación transportadora de crudo, proveniente de Venezuela. Este tipo de acciones y otras agresiones a embarcaciones que se dirigen o salen del país, han sido catalogadas por el gobierno venezolano como piratería, argumentando que representan violaciones flagrantes al derecho marítimo y la Carta de las Naciones Unidas.
La administración del gobierno venezolano, se ha pronunciado en diferentes oportunidades, ante distintas acciones ejecutadas por Estados Unidos aumentando las presiones, calificando los movimientos como amenazas directas a su soberanía territorial y marítima. Venezuela, ha buscado y obtenido el respaldo de aliados estratégicos como Rusia, China, Irán y países miembros del ALBA TCP, quienes han condenado las maniobras estadounidenses.
La ONU ha proporcionado una rápida respuesta, en medio de las amenazas y denuncias
El secretario general de la ONU, António Guterres, no ha tardado en reaccionar. Si bien la ONU se halla en un escenario delicado de presión bilateral, en declaraciones recientes ha dejado claro que la solución no está en el conflicto militar. El organismo, ha instado a ambas partes a la contención, mientras que maneja la gravedad de las denuncias por parte del gobierno de Venezuela y la presión por parte de Washington.
En vista de que las tensiones parecen aumentar cada vez más, junto con la fricción entre ambos gobiernos, expertos advierten que el endurecimiento de las sanciones y el clima de conflicto podrían exacerbar la ya difícil situación económica de los venezolanos. La amenaza de un conflicto armado en la región aumentaría la ansiedad ya existente en la población que ha soportado años de duras crisis.
