Este miércoles, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha anunciado una intensa agenda diplomática. Tomando otra iniciativa en el complejo plano geopolítico, el mandatario ha decidido dar un paso importante anunciando la intensificación de reuniones y contactos con aliados internacionales, con el foco principal puesto en Estados Unidos.
Esta jugada, se trata de una estrategia de comunicación y diplomacia planificada con la complejidad de un líder que se halla metido mar adentro en las aguas de una guerra. El hecho de que dentro de estas conversaciones con líderes políticos se encuentre Estados Unidos como punto principal, no es casualidad y resalta la dependencia de Kiev respecto al apoyo militar y financiero de la Casa Blanca.
Zelenski buscará la aplicación de la fórmula de paz ucraniana para alcanzar el fin de la guerra
La iniciativa diplomática anunciada por el mandatario ucraniano, conforma un bloque más sobre la estructura de la «Fórmula de Paz Ucraniana», un decálogo de principios establecidos por Kiev, planteando lo que debe ser la base de cualquier negociación en el contexto de esta guerra ruso – ucraniana. La estrategia, intentará a su vez conseguir mediadores fuera del eje occidental, como Turquía, con su papel de ofrecer garantías de seguridad para el mar Nergro.
Dicho plan, conformado por diez puntos cruciales, fue presentado inicialmente a los líderes del G7. Este, establece que para garantizar el fin de la guerra, se debe efectuar la retirada total de las tropas rusas, el restablecimiento de la integridad territorial de Ucrania, incluida Crimea, la seguridad nuclear y la rendición de cuentas por los crímenes de guerra. Este tema, ha sido el eje central de las conversaciones bilaterales de Zelenski en los últimos meses.
El objetivo de las reuniones preparadas por el líder ucraniano, no se centra nada más en la búsqueda de apoyo logístico, sino en la consolidación del consenso internacional en torno a los diez puntos que dicta la fórmula de paz ucraniana. Asimismo, las conversaciones plantearían la discusión sobre las garantías de seguridad que Ucrania recibiría en un escenario de posguerra.
Estados Unidos, el centro de gravedad de la paz en Ucrania
El eje Washington – Kiev, es una relación indispensable para esta nueva fase diplomática. Después de la inclusión de la propuesta de un futuro acuerdo de paz con Rusia, se han encendido las alarmas de la esperanza para la región. Sin embargo, se presume que el gobierno de Estados Unidos habría propuesto un plan de paz de 28 puntos, exigiendo a Kiev concesiones territoriales en el Donbás y una reducción significativa de sus fuerzas armadas, algo con lo que Zelenski no está de acuerdo.
La finalidad de incluir a los Estados Unidos en la mesa, es coordinar la asistencia militar y financiera que mantiene a Ucrania en la lucha. Además, incluye también la evaluación de la disposición de Rusia para negociar a través del lente estadounidense, especialmente después de encuentros entre los líderes de EU y Rusia que han sugerido la idea de una cumbre trilateral Trump – Putin – Zelenski.
El escenario ruso no parece convencido frente a los movimientos ucranianos
Por su parte, la respuesta del Kremlin a estos movimientos, ha sido de escepticismo y frialdad calculada. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha declarado que no hay ninguna reunión prevista por el momento con el mandatario ucraniano, y que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, solo estará listo para reunirse con Zelenski cuando la agenda esté preparada para una cumbre.
La postura rígida de Rusia frente a la iniciativa de Volodimir Zelenski, ha sido similar a dar un portazo cauteloso, demostrando que Moscú solo considerará las conversaciones si los términos de la agenda incluyen ya un reconocimiento implícito de las realidades territoriales que ha creado la guerra.
