Este viernes en Kupyansk arrancó con la presencia del presidente Volodímir Zelensky para saludar a los soldados ucranianos en su día, escuchar reportes de la línea del frente y entregar reconocimientos con la intención de reafirmar que la defensa ucraniana sigue sólida y la moral de sus soldados, pese al desgaste, se mantiene en pie.
Una visita simbólica de Zelensky en un punto clave
Zelensky viajó a la región de Járkov para reunirse con las tropas desplegadas en Kupyansk, una ciudad que es foco de combates y propaganda rusa desde hace meses. «Hoy estamos en la región de Járkov. Visité a los muchachos en Kupyansk, los felicité en el Día de las Fuerzas Terrestres y les entregué premios estatales», escribió en su cuenta de X, buscando enviar un mensaje tanto a los soldados como a la población civil.
Lo cierto es que esto se usa como un recordatorio de que el gobierno sigue de cerca todo lo que sucede en el frente; el presidente felicitó a los efectivos por el Día de las Fuerzas Terrestres y, por eso, aprovechó para entregar premios estatales a quienes han mostrado un desempeño excepcional.
«Durante mucho tiempo los rusos se jactaron de haber capturado nuestro Kupyansk. Los rusos llevan mucho tiempo diciéndole a todo el mundo que Ucrania supuestamente es débil. Están mintiendo. Eres fuerte», indicó Zelensky, que recordó que Moscú lleva meses insinuándolo.
La defensa como pieza central de la negociación
En un pasillo improvisado entre vehículos militares y mapas desplegados, se detuvo a saludar a los «muchachos», como él mismo los llamó. Durante su mensaje, el presidente ucraniano insistió en que la resistencia en el frente no solo es militar, sino política.
Según explicó, cuanto más sólida sea la defensa en los territorios disputados, mayor será la fortaleza de Ucrania en futuras negociaciones, pero esto se trata de un argumento que Kiev repite desde hace tiempo, pero que en Kupyansk cobra otra dimensión.
También hizo una referencia directa al recuerdo de los caídos como parte de lo que él llama la «posición negociadora» del país: honrar a quienes dieron su vida implica mantener firme la dignidad nacional. «Ucrania debe ser respetada», indicó, dejando un tono casi íntimo en medio del ruido de la guerra.
Reportes en primera línea y nuevas condecoraciones
El mandatario cerró esa parte del discurso con una arenga que ya es habitual en sus visitas militares: «Nuestro recuerdo de los héroes ucranianos también es una parte clave de nuestra postura negociadora. Ucrania debe ser respetada. ¡Gloria a los guerreros ucranianos! ¡Gloria a Ucrania!».
Hay que tener en cuenta que la visita incluyó una reunión en el puesto de mando del Grupo Táctico Kupyansk, donde el líder ucraniano recibió un informe detallado de la operación para localizar y neutralizar a las fuerzas enemigas restantes.
Cabe mencionar que allí se discutió, además, la necesidad de mantener una logística estable y de mejorar los sistemas de evacuación médica; y mencionó el uso de sistemas robóticos terrestres para evacuar heridos rápidamente. En ese mismo puesto de mando entregó condecoraciones, entre ellas las Órdenes de Bohdan Khmelnsky (clases I-III), la medalla «Por Coraje» (clase III) y la distinción «Por servicio militar a Ucrania».
«Gracias por vuestro servicio, por defender nuestro Estado y nuestra soberanía, por quién sois y por lo que hacéis cada día. Eres nuestra garantía de seguridad más fuerte y nuestra arma», les dijo antes de retirarse. La defensa ucraniana sigue sólida y la moral de sus soldados, pese al desgaste, se mantiene en pie, pero hubo gestos de cercanía y reconocimiento; también demuestra estar dispuesto a aplicar el plan de EE.UU para ponerle fin a la guerra.
