El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) comunicó que se levanta la alerta preventiva de tsunami para el territorio chileno antártico, lo que significa que las familias que habían sido evacuadas pueden regresar a sus hogares al confirmarse que no hay amenaza de olas gigantes en esa zona. En contraste, la precaución se mantiene activa para las comunidades costeras de la Región de Magallanes en Chile.
Las autoridades regionales continúan con una vigilancia exhaustiva de las condiciones marítimas, prestando especial atención a cualquier cambio que pudiera surgir tras el fuerte sismo inicial. Se insiste a los residentes de estas áreas a mantenerse informados y actuar con cautela ante la posibilidad de réplicas del terremoto o cualquier comportamiento anómalo del mar, aunque el riesgo de un tsunami de gran magnitud para esta zona continental se considera bajo.
Esta medida preventiva busca asegurar la protección de la población ante cualquier eventualidad secundaria al evento sísmico. No obstante, según lo informado por SENAPRED, aún se mantiene la atención sobre las áreas de playa donde se ha mantenido la solicitud de que las personas permanezcan alejadas. Esta solicitud fue reforzada a través del envío de mensajes de alerta SAE a los teléfonos móviles de los habitantes de la zona.
El sismo estuvo acompañado de varias réplicas
Tras el sismo de magnitud 7.5 que impactó la región de Magallanes en Chile y también se sintió en Ushuaia, Argentina, se han contabilizado al menos 19 réplicas en Puerto Williams, Magallanes, hasta el momento. La primera de estas réplicas, con una magnitud de 6.1 y una profundidad de 10 kilómetros, ocurrió aproximadamente 10 minutos después del temblor principal, durante los procesos de evacuación.
Posteriormente, se dió una segunda réplica, de magnitud 5.3 registrada a las 9:55 hora local y durante la mañana del viernes, continuaron presentándose otros movimientos telúricos de menor intensidad, por lo que las autoridades disminuyeron la alerta a estado de prevención, dando indicaciones de mantener la evacuación hasta que finalmente determinaron que no existia riesgos de ocurrencia de un tsunami en la región.
En ese sentido, para las costas peruanas se descartó la alerta desde el primier momento, pues La Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú,, aseguró que las particularidades del terremoto en Chile no representaban un peligro. Esta información fue fundamental para calmar a los habitantes de la costa peruana, previniendo evacuaciones innecesarias y la interrupción de sus actividades diarias.
En febrero la costa caribeña también presentó amenaza de tsunami
Un fuerte terremoto de magnitud 7.6 agitó el mar Caribe la noche del 8 de febrero, a unos 209 kilómetros de la costa, activando por un corto tiempo alertas de tsunami en las costas de las Islas Caimán, Cuba y Honduras según se habría informado por los sistemas de monitoreo, que reportaron que el sismo se produjo a poca profundidad y por tanto podría generar el oleaje extremo.
En ese momento, el Sistema de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos había señalado que las olas podrían llegar a unos 997 km desde el epicentro y se extendería hasta en doce naciones, pero finalmente canceló todas las alertas a las 02:00 GMT, sin que se informaran daños. Las autoridades locales y las entidades correspondientes evaluaron la situación en la que no se registraron daños materiales ni víctimas.
En el suceso presente, a pesar de la magnitud de elvada del reciente sismo, en Chile y Argentina no se registraron daños materiales o personas afectadas. En la región de Áncash y a lo largo de toda la costa peruana, las condiciones del mar se mantienen dentro de los parámetros habituales, sin evidenciar ninguna alteración o comportamiento inusual que pudiera estar asociado al evento sísmico.