El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere llevar a fondo el proteccionismo nacional y esta vez busca que se vea reflejado en la parte cultural, más precisamente en las producciones de Hollywood, el mandatario buscará imponer un arancel del 100% a películas extranjeras, que no sean producidas dentro del país.
Según el mandatario estadounidense, esta medida busca frenar lo que considera como una «deslocalización destructiva» de la industria norteamericana hacia mercados extranjeros más económicos o incentivados.
Como referencia, el gobierno sostuvo que otros países están ofreciendo beneficios fiscales y subsidios para atraer cineastas estadounidenses, lo cual a su juicio representa una amenaza directa a la seguridad nacional.
Lo que preocupa a Donald Trump: caída de la producción y el temor por empleos
La propuesta surge en un contexto en donde la producción audiovisual en Los Ángeles se desplomó en los últimos meses. Según FilmLA, en el primer trimestre de 2025 los rodajes en el condado cayeron un 22% en comparación con el mismo período del año anterior.
Las series y largometrajes fueron los segmentos más golpeados, con caídas del 30.5% y 28.9% ya que la organización atribuye estos descenso a la reducción global de inversiones o el éxodo de producciones hacia países competidores generando preocupación en sindicatos y gremios de Hollywood por perder el empleo.
Ante la posibilidad de un conflicto local, Trump decidió actuar alegando que se trata de un esfuerzo internacional coordinado para debilitar la posición cultural y económica de Estados Unidos pero todavía no se ofrecieron detalles específicos sobre cómo se aplicarán estos nuevos impuestos.
Algunos beneficios por llevar los rodajes a otros países
En las últimas décadas, Hollywood expandió su influencia mediante rodajes en países como Canadá, México, Reino Unido y Australia, por sus locaciones que ofrecen lindos paisajes y escenarios variados que tienen grandes beneficios económicos como incentivo fiscales, mano de obra especializada y costos operativos más bajos.
La nueva política arancelaria amenaza con desincentivar esta práctica, al encarecer la importación de películas grabadas fuera de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá (Otra fábrica muda producción a Estados Unidos), conocidos por albergar megaproducciones de Marvel o Warner Bros, también sentirían el impacto.
También películas como Avatar 3, rodada en Nueva Zelanda, o John Wixk: Ballerina, filmada en Europa del Este, porque se verían afectadas bajo el nuevo esquema. Al encarecer los costos, la medida podría reducir la circulación de talento global y desincentivar colaboraciones entre técnicos, guionistas, actores y directores de diferentes países en donde la industria del cine moderno se enfrenta al riesgo de fragmentación.
El anuncio de Trump se suma a una larga lista de medidas comerciales contra China
A partir del mes de abril, su administración impuso un arancel del 145% a productos chinos, lo cual motivó una respuesta del gigante asiático. Esto se debe a que la administración de Cine de China anunció que reducirá la cantidad de filmes norteamericanos autorizadas para su proyección en el país.
Si hablamos de China, hay que aclarar que es el segundo mayor mercado cinematográfico del mundo, con más de 600 estrenos anuales y una infraestructura que supera en tamaño a la de Estados Unidos (Trump ofrece $1000 a los migrantes, los motivos sobre esto). En 2023, vendió 474 millones más de boletos que el cine estadounidense, generando ingresos por más de 7 500 millones de dólares.
Por otro lado, esta represalia amenaza con reducir la rentabilidad de las producciones de Hollywood, muchas de las cuales dependen del público chino para recuperar inversiones millonarias. El gobernador de California, Gavin Newsom, cuestionó la legalidad de los aranceles anunciados por Trump. Argumentan que la Ley de Poderes de Emergencia Económica Internacional no contempla tarifas como las planteadas por el presidente.