La relación entre el presidente de Estados Unidos Donald Trump y el Papa Francisco, nunca fue del todo sencilla, ambos representantes tienen visiones del mundo muy diferentes y ya se han cruzado de manera pública. Sin embargo, el cruce más reciente surgió a partir de una carta enviada por el pontífice dedicada a los arzobispos estadounidenses en la que condena las políticas migratorias restrictivas y pide por un trato más humano hacia los refugiados y migrantes.
De igual manera, el máximo exponente del Vaticano, que ya tiene 88 años, pidió a no ceder ante las narrativas que fomentan la discriminación y el sufrimiento innecesario de los migrantes. Según él, las expulsiones de personas en situación irregular representan una crisis que atenta contra la dignidad humana, y fue allí cuando algunos sectores de la política de Estados Unidos reaccionaron de manera adversa ante los dichos.
Por tal motivo mencionado, desde la Casa Blanca sostienen que estas declaraciones del sumo pontífice desautorizan a las medidas migratorias implementadas por Trump y temen que pueda afectar porque el 23% de los estadounidenses que se consideran católicos son latinos, un grupo poblacional directamente impactado por las políticas de deportación.
¿Qué dijo el Papa Francisco sobre las medidas migratorias de Trump?
A través de una carta dirigida a los obispos de Estados Unidos, Francisco insistió en que su preocupación por el trato a los inmigrantes y rechazó las políticas de deportación masiva implementada por el gobierno estadounidense (enterate la medida economica que quiere implementar trump). En su mensaje, el argentino le pidió a los líderes religiosos alzar la voz en defensa de los más vulnerables y reconoció el derecho de los países a protegerse.
En el escrito, el Papa hizo mención sobre las expulsiones indiscriminadas, señalando que esto afecta a la dignidad de las personas que migran por razones de pobreza extrema o inseguridad. «Lo que se construye sobre la base de la fuerza, y no sobre la verdad de que la dignidad es igual para todos los seres humanos, comienza mal y terminará mal», apuntó Francisco.
En otro pasaje de la carta, el máximo exponente católico recordó que la Biblia está llena de relatos de migración y que el pueblo de Israel, el Libro del Éxodo y la historia de Jesucristo reflejan la búsqueda de refugio y seguridad en tierras extranjeras. «La conciencia bien formada no puede dejar de emitir un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que, tácita o explícitamente, identifique la situación irregular de algunos migrantes con la criminalidad», remarcó el pontífice.
Llega la respuesta: ¿Cómo respondieron desde el gobierno de Trump?
Desde la Casa Blanca, la administración estadounidense no tardó en responder, Tom Homan, quien había sido designado por el presidente para liderar la política migratoria, no dudó en criticar al líder religioso, dirigiéndose directamente al Papa Francisco. Este funcionario expresó que el Papa debería enfocarse en los problemas internos de la Iglesia Católica antes de emitir juicios sobre la seguridad de la frontera de los Estados Unidos (la medida de Trump frente a los aranceles que quiere aplicar).
A los periodistas de la Casa Blanca, Homan les indicó: «Tengo palabras duras para el Papa. Él debería arreglar la Iglesia católica antes de decirnos cómo asegurar nuestra frontera». Y agregó contundente al identificarse como católico practicante: «Soy católico de nacimiento. Me bautizaron como católico, hice mi primera comunión y mi confirmación como católico. Pero el Papa debería enfocarse en su trabajo y dejarnos el control de las fronteras a nosotros».
En ese sentido, el funcionario estadounidense fue duro y apuntó contra el Vaticano: «¿Quiere atacarnos por proteger nuestra frontera? El Vaticano tiene un muro a su alrededor, ¿no es así? Entonces él tiene un muro para proteger a su gente y a sí mismo, pero nosotros no podemos tener un muro alrededor de Estados Unidos».