Esta semana comenzo una disputa interna entre influencers del movimiento ‘Make America Great Again’ (MAGA) del presidente Donald Trump, el Departamento de Justicia (DOJ) y el FBI. El origen del conflicto fue la gestión del caso Epstein, con una teoría de la conspiración sobre su supuesta «lista de clientes» y las circunstancias de su muerte. Este desacuerdo ha expuesto profundas divisiones dentro de las esferas conservadoras y gubernamentales.
Resolución del FBI causa controversia
La difusión de un memorando del Departamento de Justicia (DOJ) y el FBI que concluye la inexistencia de pruebas de que Jeffrey Epstein,financiero acusado de tráfico sexual de menores, mantuviera una «lista de clientes» famosos para chantajear, ha provocado un terremoto.
Como resultado, figuras prominentes del movimiento MAGA, incluyendo a Laura Loomer, han exigido la dimisión de Pam Bondi, la fiscal general de Estados Unidos. Al respecto, en una publicación en su red social, Trump expresó preocupación por sus partidarios, refiriéndose a ellos como «muchachos» y «muchachas».
«todos van detrás de la fiscal general Pam Bondi, ¡que hace un trabajo fantástico!»
Fueron las palabras de Trump para brindar este respaldo público que subraya la profunda división interna que el caso Epstein ha generado dentro del movimiento MAGA, especialmente en un año electoral decisivo.
Insatisfacción en el MAGA por el Caso Epstein
Los hallazgos recientes sobre el caso Epstein han provocado una profunda insatisfacción entre los simpatizantes más leales del movimiento MAGA. Esto se debe a que, antes del inicio de esta administración, figuras clave como Trump, Pam Bondi y el subdirector del FBI, Dan Bongino, habían prometido que se revelaría «la verdad» sobre el asunto, generando grandes expectativas que ahora parecen no cumplirse.
El republicano, refiriéndose a su movimiento como Make America Great Again (MAGA), declaró que son un solo equipo en MAGA y expresó su descontento con la situación actual. Añadió que tienen una administración perfecta, pero que la habladuría del mundo y gente egoísta tratan de hacerle daño, todo ello centrado en Jeffrey Epstein, a quien describió como un tipo que nunca muere.
La controversia en torno al caso Epstein ha desatado una disputa interna entre el Departamento de Justicia (DOJ) y el FBI
El círculo cercano a Pam Bondi, la fiscal general, acusa al grupo de Dan Bongino, subdirector del FBI, de filtrar información a la prensa conservadora con el fin de desprestigiarla. Por otro lado, el equipo de Bongino ha culpado a Bondi por el manejo fallido del caso Epstein, según informan diversos medios estadounidenses.
La polémica ha escalado al punto de que Bongino estaría sopesando su dimisión.
El vicefiscal de Estados Unidos, Todd Blanche, ha intentado calmar los rumores de un conflicto interno entre el FBI y el DOJ respecto al nuevo memorando sobre el caso Epstein. Blanche calificó las afirmaciones de desacuerdo como patentemente falsas, enfatizando su colaboración con el director del FBI, Kash Patel, y el subdirector Dan Bongino. Según Blanche, todos los involucrados respaldaron el contenido y las conclusiones del memorando.
Trump podría promover su propia agenda al distraer sobre el caso Epstein
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por mostrar unidad, la controversia ha cobrado fuerza, llevando a Bongino a considerar su renuncia. La frustración de Trump por la persistencia del tema fue evidente el martes, cuando respondió a la prensa cuestionando por qué se sigue hablando de Epstein en un momento con otras preocupaciones importantes, como las inundaciones en Texas, calificando la situación de «increíble».
Mientras tanto, los demócratas en el Congreso han capitalizado la polémica. Han exigido al DOJ la revelación completa del expediente de Epstein y han utilizado la situación para destacar las aparentes divisiones dentro del gobierno de Trump, buscando aprovechar la brecha para su propia agenda política y cuestionar la transparencia de la administración actual, especialmente de cara a las próximas elecciones.