Este jueves, un tribunal dominicano emitió una orden de arresto contra Antonio y Maribel Espaillat, propietarios de a discoteca Jet Set. El techo de dicho local colapsó la madrugada del 8 de abril, durante un concierto del merenguero Rubby Pérez. Este trágico incidente provocó la muerte de 236 personas. Del total de víctimas, 221 cuerpos fueron recuperados del lugar del siniestro, mientras que las demás fallecieron posteriormente en centros hospitalarios.
Discoteca Jet Set fue una tragedia anunciada
El caso de la discoteca Jet Set es una tragedia sin precedentes y una de las mayores catastrofes de la historia reciente en República Dominicana. Tras el colapso, los hermanos Espaillat se presentaron en la Procuraduría General de la República (PGR), siendo puestos bajo arresto. La Fiscalía de República Dominicana anunció que se les acusó de homicidio involuntario, iniciando así un proceso legal para esclarecer responsabilidades.
Un empleado del club entregó a las autoridades pruebas contundentes que demostraban que había advertido a los propietarios sobre la necesidad de cancelar el concierto. Esto se debió a que el techo del establecimiento se encontraba en tan mal estado que representaba un grave peligro, lo que añade una capa de negligencia grave al caso. A raíz de esto, se llevó a cabo la detención de los propietarios del club.
Los hermanos fueron detenidos y acusados de homicidio involuntario, según informó la fiscalía el jueves por la tarde
Antonio Espaillat, el propietario del club y un acaudalado empresario cuya familia posee una cadena de emisoras de radio, compareció ante la procuraduría general en Santo Domingo el jueves por la tarde para ser interrogado. Su abogado, Jorge Luis Polanco, confirmó que fue detenido tras esta comparecencia. Su hermana, Maribel Espaillat, quien también colaboraba en la dirección del club, fue igualmente acusada.
La procuraduría, en un comunicado, acusó a ambos de una inmensa irresponsabilidad y negligencia por no asegurar una intervención adecuada y especializada del techo de la discoteca Jet Set Club, una omisión que tuvo consecuencias fatales. Además, señaló que los hermanos intentaron intimidar o manipular a posibles testigos entre los empleados, sin ofrecer más información al respecto.
Antonio Espaillat y su madre eran dueños de la discoteca Jet Set, un reconocido club ubicado a poca distancia de la costa en Santo Domingo. Este club era famoso por sus conciertos en vivo de los lunes, los cuales atraían a la élite de la ciudad, convirtiéndose en un punto de encuentro social clave y parte integral de la vida nocturna de la capital. La tragedia del colapso del techo, por tanto, sacudió a una parte significativa de la sociedad dominicana.
El gobierno dominicano admitió la existencia de un vacío legal en la regulación de infraestructuras y prometió revisar la normativa vigente
El techo colapsó de manera repentina y catastrófica mientras más de 500 personas asistían al evento. En el lugar, falleció el popular cantante Rubby Pérez. Entre las víctimas también se contaron figuras públicas como el ex lanzador de Grandes Ligas Octavio Dotel y la gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz. Los equipos de rescate trabajaron durante más de dos días para sacar a los sobrevivientes y recuperar los cuerpos.
La discoteca Jet Set, que operaba desde hace 52 años en un edificio construido en 1974 como cine, fue modificado con el tiempo sin una supervisión estricta de las autoridades. El propio Antonio Espaillat había admitido semanas antes que el lugar presentaba filtraciones desde hace años y que nunca se le realizaron inspecciones estructurales y en vez de reforzar el techo, se hicieron reparaciones superficiales.
La tragedia desató indignación y reclamos de justicia. Más de 50 demandas civiles fueron interpuestas contra la familia Espaillat, a quienes también se les acusa de recibir trato privilegiado en el caso de la discoteca jet set. Su abogado, Miguel Valerio, afirmó que colaborarán con la investigación. El gobierno dominicano reconoció un vacío legal en la regulación de infraestructuras y se comprometió a revisar la normativa.
