El Papa León XIV llama nuevamente a realizar cambios fundamentales en el mundo, a través del amor, la compasión y los principios cristianos. Esto, durante la eucaristía dada desde la parroquia San Tomás de Villanueva en Castel Gandolfo donde se encuentra realizando una visita oficial. El Sumo Pontífice, empleando la parábola del buen samaritano, señala el camino para una revolución, mediante la cual el mundo debe cambiar y acabar con las guerras, el hambre y el sufrimiento de los más necesitados.
Manifestar un Cristo vivo, lejos de una «fe acomodada»
Desde que asumió el liderazgo de la Iglesia católica, el Papa León XIV se ha mostrado interesado en los hechos más sentidos de la humanidad, cuestionando las acciones del hombre en cuanto a las guerras, llamando a detener los conflictos, invitando a parar las hambrunas y a ayudarnos unos a otros, todo como ejemplo de la fe y de la vida en Cristo como un hecho real y no como lo que ha llamado «una fe acomodada».
De esta manera, el Papa León XIV, el día de hoy ha dictado una eucaristía basada en la parábola del buen samaritano, con la finalidad de reconocer el amor al prójimo más allá del círculo cercano de cada uno, como un acto de amor hacia quienes sufren sin importar si estos son de una raza, credo, religión, nacionalidad o color dep piel distinta a la nuestra.
Muchos viven en una fe practicada desde la lectura, el sermon y la mirada desenfadada ante los hechos, pero que es «incapaz de sentir la compasión» de manifestarse como una fe viva que permita ser empàticos entre todos los seres humanos, comprendiendo que el camino del buen samaritano y aquel hombre en Jericó que había sido despojado, está hoy en quienes hoy sufren la guerra y el hambre por sus regímenes políticos.
El Papa León XIV invita a cuestionar cómo observamos nuestra responsabilidad
Dentro de su discurso el Papa León XIV afirmó que dentro de esa fe viva, es la mirada la que marca una diferencia, más no la mirada que se posa en el sufrimiento y sigue adelante, sino la mirada compasiva que es capaz de generar empatía, de expresar lo que tenemos en el corazón. Una mirada que nos haga participar internamente del sufrimiento del otro.
Así, nos interpela ante la mirada que hemos puesto en los pueblos enteros que viven en medio de conflictos, de la guerra:
«tantos pueblos despojados, estafados y arrasados, víctimas de sistemas políticos opresivos, de una economía que los obliga a la pobreza, de la guerra que mata sus sueños y sus vidas”
El mensaje del Papa León XVI nos insta a saber qué estamos haciendo al respecto de todos ellos, cómo apoyamos o rechazamos con nuestras acciones todo ese sufrimiento.
Luego de la compasión entra el amor, como manifestación más pura de Dios
El Papa León XIV recordó las palabras de Francisco, quien hablaba de Jesús como la compasión de Dios por toda la humanidad, una compasión que ahora debemos replicar y hacer viva, atendiendo al prójimo sin pasar de largo, colocándose en el camino de la ayuda y de la condena hacia todos los actos que restan amor al hombre: las guerras, la opresión, la pobreza y el despojo de la vida y los sueños de los seres humanos.
Aunque durante la eucaristía el Papa León XIV no hizo mención a un conflicto específico, anteriormente ha instado a los líderes políticos a tener gestos por alcanzar la paz, detener las hambrunas y detener los conflictos, lo que hoy da significado a la «revolución del amor» que no es más que encarnar la compasión de Dios y terminar con el sufrimiento de todos los pueblos sometidos.