El sapindus mukorossi viene de las montañas al pie del Himalaya.
Se le suele llamar « nuez de lavado » y es fruto de árboles de hasta 15 metros de altura que sólo existen en altitudes de 1500 a 2200 metros.
Esa nuez la utilizan desde siempre las gentes locales para el lavado y la limpieza en general.
Al entrar en contacto con el agua tibia, la saponina se disuelve y se transforma en una solución jabonosa.
El sistema de rotación del tambor de nuestras lavadoras modernas ofrece las mejores condiciones para la utilización de esas nueces de lavado.
Al final, de pruebas realizadas por Miguel Mas Serrano, de 18 años, quien ha ganado el Primer Premio del Área de Tecnología en el prestigioso Certamen de Jóvenes Investigadores, que acaba de celebrarse en Málaga muestra resultados satisfactorios.Basta con coger cuatro o cinco cáscaras de estas nueces y ponerlas con la ropa sucia en el tambor de la lavadora para que su colada quede perfecta. Además, también tiene ventajas ecológicas en comparación con los detergentes tradicionales. “El agua que sale de esa lavadora es mucho menos contaminante.
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