La icónica isla de San Francisco, hogar de famosos criminales como Al Capone, dejó de funcionar como penitenciaria en los años sesenta, para ser declarada museo la década siguiente. En la actualidad, se estima que recibe un millón de turistas al año.
Reabran La Roca
Durante los últimos días, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se demostró enfático en su deseo de recuperar la «vieja gloria» de Alcatraz. Durante la jornada del domingo, el mandatario estadounidense ordenó la inmediata reapertura de la ex prisión federal, ahora convertida en museo.
El reacondicionamiento de la icónica isla de San Francisco, apodada «La Roca» en su período como prisión federal, forma parte del plan de endurecimiento de políticas contra la criminalidad y la migración que la administración de Washington lleva adelante desde la asunción de Trump en enero de este año.
En una publicación realizada en su red social, Truth, el mandatario agradece la colaboración de varias agencias gubernamentales, como el Buró de Prisiones, el Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, en el proyecto para, según Trump, volver a ser un país «más serio».
En declaraciones, el apoderado de la Casa Blanca aseguró que Estados Unidos, en el pasado,no dudaba en aislar a los criminales más peligrosos para proteger a la sociedad. A su vez, afirmó que irían a Alcatraz tanto los delincuentes “más despiadados y violentos”, como aquellos que ingresaron al país de manera ilegal.
La iniciativa de Trump para devolver Alcatraz a su estatus de prisión federal, incluye una ampliación de los pabellones para que sea capaz de albergar a más reclusos. No obstante, todavía no hay detalles específicos sobre la dimensión de las expansiones, o el presupuesto necesario para llevarlas a cabo.
En palabras de Donald Trump, recuperar la Prisión Federal de Alcatraz, sería un símbolo de “ley, orden y justicia”, una herramienta para combatir lo que considera una crisis de criminalidad en el país, y un paso hacia su objetivo de “hacer a América grande otra vez”.
Un país debilitado
Las declaraciones sobre la reapertura de Alcatraz, son parte de un discurso constante que el presidente Trump reproduce constantemente al señalar que, según su visión, la seguridad y la ley al interior de Estados Unidos se encuentran en un punto de debilidad insostenible.
Uno de los pilares fundamentales en las carreras presidenciales del magnate, dos veces presidente de Estados Unidos, es la necesidad de implementar políticas más duras en relación a la ley y la seguridad interior.
Abriendo nuevamente la La Roca de San Francisco, el jefe de estado estadounidense espera enviar un mensaje claro sobre la defensa irrestricta de la «ley y el orden» a la que está dispuesta su gobierno, y que no se tolerará delincuencia alguna.
“Ya no seremos rehenes de criminales, matones, y jueces que tienen miedo de hacer su trabajo y permitirnos expulsar a criminales, que entraron ilegalmente a nuestro País. La reapertura de Alcatraz servirá como símbolo de Ley, Orden y Justicia. ¡Haremos a América grande de nuevo!“, concluyó Trump en su declaración.
Ícono de la ley y la cultura pop
El Alcatraz East Crime Museum, funciona como institución turística bajo la administración del Servicio de Parques Nacionales 1973. Es una de las principales atracciones turísticas de Estados Unidos en general, y la ciudad de San Francisco en particular.
No solo por su lúgubre pasado como prisión federal de máxima seguridad, sino por ser fuente y terreno de innumerables historias de ficción y documentales, que retratan el pasado de Alcatraz.
La prisión que supo albergar al famoso capo de la mafia Al Capone, encerrado por evasión impositiva, fue cerrada en 1963 por orden del presidente John F. Kennedy, debido a sus exorbitantes costos de mantenimiento, que llegaron a triplicar los de cualquier otra prisión de máxima seguridad.