El gobierno de Estados Unidos determinó establecer una nueva restricción militar en su frontera con México, la decisión fue comunicada por el Comando Norte, entidad encargada de coordinar operaciones militares en territorio estadounidense siendo una nueva franja, con más de 100 kilómetros de longitud, estará bajo control del Pentágono.
Bajo este aspecto, la porción de terreno pasará a formar parte de la base de Fort Bliss, ubicada cerca de El Paso, Texas, permitiendo que el Ejército opere con mayor libertad dentro de una zona que, hasta ahora, era considerada federal con el objetivo declarado por las autoridades es reforzar control sobre actividades ilegales.
Esta medida se hace en el marco de varias acciones realizadas por Donald Trump, quien desde su llegada prioriza el combate a la migración irregular ya que intensificó la presencia de tropas en la región sur del país, buscando impedir el ingreso de personas sin autorización.
Terrenos federales bajo control militar: un cambio de jurisdicción
El pasado 11 de abril, el líder republicano firmó una orden presidencial que autoriza al Ejército a tomar control de terrenos públicos a lo largo de la frontera, al disponer de esto, los secretarios de Defensa, Seguridad Nacional, Interior y Agricultura lograron facilitar el traspaso de tierras para permitir operaciones militares.
Entre las áreas incluidas en este traspaso está la llamada “Reserva Roosevelt”, una franja que posee 20 metros de ancho que se extiende de forma paralela a la línea fronteriza, desde Nuevo México hasta California, y la longitud total de la zona alcanza los mil kilómetros.
Cabe mencionar que al agregar este espacio al control del Pentágono lo convierte en una zona civil en lugar estratégico para fines militares. Así es como el cambio de jurisdicción implica además, una modificación en la manera en que se aplican las leyes para quienes ingresen a este espacio sin autorización.
Los cargos y la seguridad fronteriza como eje central del Pentágono
A comienzos de semana, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó cargos contra 28 inmigrantes que cruzaron de forma irregular la franja controlada por el Ejército, esto los transformaría en los primeros procesos penales de la historia.
A diferencia de los procesos civiles que se realizan por cruce ilegal de la frontera, estos individuos son acusados de violar normas de seguridad en una instalación militar lo que hace que se elevan la gravedad de los cargos, siendo esto una infracción federal en una zona protegida.
De todas formas, la creación de esta segunda zona militar se debe a que el Pentágono se involucra en temas migratorios alineándose con que desde que asumió Trump a la presidencia, miles de soldados fueron desplegados en la frontera con México.
El cambio clave en la política migratoria de Estados Unidos ante la restricción militar
Si bien la frontera con México siempre fue un tema delicado en la agenda política estadounidense, las decisiones actuales de Trump, marcan la militarización más profunda en materia de control migratorio ya que, entiende la importancia de la intervención del Pentágono para la nueva visión de seguridad nacional que se promueve desde 2017.
Esta nueva etapa podría tener implicaciones duraderas para la política migratoria, incluso tras su mandato. En la actualidad, el número de personas detenidas cruzando la frontera sur cayó desde diciembre, cuando se registraron 124 mil detenciones, a menos de 30 mil en febrero, ya bajo la nueva política.
Bajo estos términos, la administración norteamericana que plantea Trump y sus funcionarios (nuevos detalles acerca de medidas que lleva a cabo la aduana) recurrió a medios militares para otros fines migratorios como el traslado de migrantes venezolanos a la base naval de Guantánamo, en Cuba.