Una nueva variante del SARS-CoV-2, NB.1.8.1, fue detectada en Estados Unidos en viajeros internacionales. Los CDC confirmaron que, si bien hay pocos casos en EU, su aparición coincide con un aumento de infecciones en Asia, especialmente en China continental y Hong Kong, lo que genera preocupación por su posible mayor transmisibilidad. Esta situación subraya la importancia de mantener una vigilancia ante la evolución del virus.
Variante proviene de Asia
Esta subvariante, según los CDC, se ha encontrado en menos de 20 muestras genómicas en el sistema de vigilancia de Estados Unidos, por lo que todavía no aparece en el COVID Data Tracker, la herramienta oficial para rastrear variantes. Fue detectada gracias al programa federal de monitoreo en aeropuertos, en colaboración con la empresa Ginkgo Bioworks, un esfuerzo clave para la identificación temprana de nuevas amenazas virales.
Según los registros de viajeros infectados entre el 22 de abril y el 12 de mayo, esta nueva cepa fue introducida desde países como Japón, Tailandia Francia, y Corea del Sur. Aunque el número de detecciones es bajo, su aparición activo las alertas sanitarias, destacando la vulnerabilidad global ante la rápida propagación de nuevas variantes virales y recalcando la necesidad de fortalecer los controles fronterizos de salud.
El comité no llegó a un acuerdo: unos querían mantener las vacunas y otros, actualizarlas
Durante una reunión de asesores de la FDA, se debatió la necesidad de actualizar las vacunas para la temporada de otoño e invierno, a raíz de la aparición de la variante NB.1.8.1, Pfizer y Moderna presentaron datos que sugieren que una vacuna basada en la subvariante LP.8.1 podría proteger también contra esta nueva cepa, lo que ofrece una posible solución para la próxima temporada de enfermedades respiratorias.
Darin Edwards, Director Ejecutivo y líder del programa Covid-19 de Moderna declaró que según los estudios la vacuna LP.8.1 es la más eficaz contra la variante LP.8.1, que domina en gran parte de Estados Unidos, y también neutraliza otras cepas, entre ellas incluye la más reciente NB.1.8.1. Pese a esto, el comité se dividió: algunos apoyaron mantener las vacunas actuales, mientras que otros insistieron en la necesidad de actualizarlas.
En Hong Kong, las autoridades sanitarias han notado un incremento en hospitalizaciones y visitas a urgencias, alcanzando el nivel más alto en un año. Esta situación ha llevado a que se recomiende nuevamente el uso de mascarillas en espacios cerrados y el transporte público, buscando contener la propagación y proteger la salud pública. Esto subraya la persistencia del virus y la necesidad de medidas preventivas continuas frente a los repuntes.
Los síntomas de la variante NB.1.8.1 no difieren demasiado de los de otras versiones recientes del virus
Hasta el momento, los síntomas de la variante NB.1.8.1 son similares a los de otras versiones recientes del virus. Las señales más comunes incluyen dolor articular, de cabeza y garganta, fiebre, fatiga, tos y congestión nasal. A diferencia de otras cepas, una característica distintiva de esta variante es que no provoca la pérdida del gusto o el olfato; sin embargo, no se descarta que su comportamiento pueda variar.
Lo que realmente preocupa a los expertos es la facilidad con la que esta variante se adhiere a las células humanas, sugiriendo un mayor contagio, extendiéndose a una velocidad siete veces mayor que la de la gripe. Debido a esto, países como Taiwán han optado por reforzar el acceso a vacunas y tratamientos antivirales, esperando que esta variante de coronavirus no evada la protección de las vacunas.
Actualmente, la información preliminar sugiere que la variante NB.1.8.1 no evade el sistema inmune con mayor facilidad. Sin embargo, su rápida propagación sí podría ser un riesgo, especialmente si no se toman las precauciones necesarias a tiempo, aunque los científicos señalan que los síntomas de esta variante son menos graves, no se descarta que pueda causar hospitalización o incluso la muerte en los pacientes afectados.