Lo impensable en nuestra era actual está a punto de suceder en México. La tecnología se está apoderando de todos los segmentos y aspectos básicos de la vida, ¿Será positivo o un arma de doble filo? Estamos a punto de averiguarlo cuando la Caja de Pandora con la IA se abra.
Esto es lo que permitirán en México y abrirá la Caja de Pandora en cuanto a la educación
Seguramente usaste la IA para alguna tarea escolar, apoyo o ayuda, pero ¿Te imaginas que sea la Inteligencia Artificial quien te dé clases? Un concepto futurista que, dependiendo de su uso, será muy beneficioso al automatizar procesos, o puede convertirse en una controversia.
Vimos como todo se está saliendo de control y la inteligencia artificial fabrica el primer bebé humano, ¿Será que los robots son mejores en cualquier labor humana, incluso enseñando? Aunque controversial, este es el futuro y México está preparado para incluirlo.
Ante este panorama, México da un paso firme al crear el Observatorio de Inteligencia Artificial en la Educación Superior (OIIAES), una iniciativa que busca analizar, reflexionar y generar estrategias para la integración responsable de la IA en las universidades y centros de educación superior del país.
Su principal objetivo es monitorear, sistematizar y analizar el impacto de la IA en la educación superior de forma transparente y con miras a una transformación digital, ética e inclusiva. Así que no, por el momento, los robots no serán nuestros maestros.
La idea es promover buenas prácticas en su uso, que sea de beneficio para el aprendizaje y no como una salida fácil, por medio de integración de la IA, así como marcos regulatorios y éticos para su uso. Si se respetan los derechos humanos y se usa como complemento, la educación puede potenciarse.
Así es cómo impacta la IA en la enseñanza y aprendizaje
El problema radica en que muchos estudiantes prefieren el camino fácil, usar ChatGPT para hacer sus tareas a más velocidad y sin investigación alguna. Por lo tanto, quieren mejorar el empleo de la IA para que no sea una herramienta mágica, sino que fomente el pensamiento y responsabilidad.
Uno de los elementos más relevantes es que la IA puede democratizar el acceso a la educación. Según la UNESCO, los avances tecnológicos han permitido que el 95 % de los graduados con discapacidad auditiva encuentren empleo, gracias a herramientas personalizadas y accesibles.
Las plataformas permiten llegar a zonas remotas, pero hay un dilema sobre qué pasaría con las personas de escasos recursos que no tienen acceso a internet, si todo se digitaliza sería más complicado acceder a la educación en cualquier nivel.
La idea es que la educación sea un derecho, no un privilegio. Por ello, el gobierno e instituciones deben apoyar una infraestructura tecnológica. Ingenieros mexicanos ya han desarrollado chatbots que ayudan a los docentes de educación básica en la creación de sus planeaciones académicas.
Con creación de pruebas automatizadas, evaluaciones remotas y en tiempo real, acceso a contenidos personalizados, la IA también puede generar ofertas educativas complementarias, donde los estudiantes acceder a plataformas externas para ampliar su conocimiento más allá de las aulas.
¿Debemos preocuparnos por el uso de IA en educación?
A pesar de las oportunidades, el estudio también advierte sobre los riesgos que implica el uso desigual de la tecnología. Aquellos con mayor acceso a recursos tecnológicos pueden obtener ventajas sobre quienes no cuentan con ellos, ampliando la brecha educativa y social existente.
Además, ¿Esto es será un problema para los docentes? Hay una empresa que busca eliminar a trabajadores por robots, ¿Pasará lo mismo con la educación? No es el objetivo que se tiene pensado, la idea es que los educadores se concentren en el desarrollo pedagógico y humano.
El avance de la IA generativa, como ChatGPT, generó preocupación inicial entre los docentes por su aparente capacidad para reducir la creatividad o el pensamiento crítico de los alumnos. Sin embargo, con el tiempo se han encontrado nuevas formas de integrar esta tecnología como aliada.
La inteligencia artificial es una oportunidad para transformar la educación superior en México y América Latina. Pero al abrirla podemos destapar la Caja de Pandora y comprometer el trabajo de los docentes, ¿Estamos listos para aprovechar su verdadero potencial?