México es un país árido, más de 700 000 km2 de su superficie son desiertos, de manera que la escasez de agua es uno de los problemas fundamentales que afronta el país, donde más de 12 millones de personas sufren por la falta de este recurso, además se dificultan las labores de agricultura e incluso de producción masiva, debido a la poca disponibilidad de agua potable. Además, este país no es el único que sufre la escasez del recurso hídrico, se estima que las reservas de agua dulce en el mundo se han reducido en un 30% hasta el 2024.
Un mundo más seco obliga a buscar soluciones en los escenarios disponibles
A medida que la sequía se profundiza y los patrones de lluvia cambian, los ecosistemas y los paisajes también se modifican drásticamente. En ese sentido, México, que ya cuenta con más de 700 000 km de desiertos, observa como año tras año se alcanza más superficie árida. Con lo que la situación del agua dulce se agudiza, obligando a buscar alternativas viables para el futuro.
Ahora bien, la investigación, innovación y desarrollo en estas áreas significa mirar también los recursos disponibles, con lo cual obtener agua para el uso en las actividades más básicas del ser humano debe proponer tecnologías que puedan generar el valioso recurso en lugares como fuentes ya contaminadas, pozos de mayor profundidad e incluso desiertos en los que las precipitaciones son mínimas.
Es así como las nuevas guitarras de agua se presentan como una opción innovadora, con la que se puede hacer captación del recurso hídrico en desiertos, sin incorporar o emplear infraestructuras complicadas o afectar al ecosistema de fauna y flora existentes en el territorio. Pues estas, son dispositivos que se instalan para recoger el agua del rocío y de la neblina de manera constante y a cualquier hora del día.
Actualización del arpa de niebla como dispositivo recolector de agua dulce
Las redes de captura de agua en los desiertos y otras zonas donde el acceso al recurso hídrico es complejo o prácticamente imposible han sido una alternativa viable en muchos de los casos, pues a partir de entramados de tuberías aéreas, recogen a ciertas alturas el vapor condensado que se transforme en agua dulce. No obstante, estás redes han presentado también dificultades que obstaculizan su uso en el largo plazo.
De allí que sus diseños hayan permanecido en evaluación y modificación recurrente, el primero de ellos fue la creación del arpa de niebla, cuya forma entre cruza las tuberías finas de forma horizontal y contiene hilos delgados colocados en disposición vertical a corta distancia, con lo que cada hilo recoge una cantidad de agua y la deposita en el recolector horizontal más bajo.
No obstante, el arpa de niebla al ser instalada en desiertos, sufre de enredos y obstrucciones en los tubos verticales, con lo que el agua colectada se pierde por la rápida evaporación que se genera por las altas temperaturas. Igualmente, otro de los aspectos a mejorar es que los tubos horizontales intermedios recogen el líquido antes de que pueda ser captado en el colector final, lo que reduce la eficiencia del dispositivo.
Guitarra de agua, eficiencia en la obtención del recurso hídrico en los desiertos
El diseño de la guitarra de agua es el séptimo prototipo para captación del recurso hídrico en zonas áridas como desiertos, por lo que su implementación implica una mejora en la captura de agua en este tipo de territorios. Los investigadores lograron reducir las ineficiencias de los prototipos anteriores en términos de instalación y funcionamiento.
Así, para México y otras regiones donde la escasez de agua amenaza con transformar a todo el territorio en desiertos estériles, la guitarra de agua es el método pasivo de captura del agua que podría permitir el retorno de la vida y la recuperación de los ecosistemas sin los costes e inversiones que contemplan las grandes infraestructuras.
