Muchos no lo saben, pero Marte tiene algunas zonas en las que está prohibido explorar. Todas las misiones espaciales que se han enviado allí han perseguido lo mismo: analizar su atmósfera y su superficie, buscar posibles rastros de agua y determinar si existió vida alguna vez. Debido a la popularidad que ha tenido en titulares astronómicos es común pensar que todas las áreas del planeta rojo son objeto de estudio o posibles espacios para establecer bases humanas. No es así. Existen regiones específicas en las que no es posible explorar. De hecho, está prohibido.
Marte es un lugar atractivo para estudiar la vida en otros planetas, pero…
Mientras en Rusia ya hablan sobre viajes a Marte en 30 días, los expertos tienen claros los límites de exploración del planeta. La NASA y la Administración Espacial Nacional de China (CNSA) ya han enviado robots exploratorios. El objetivo no ha sido otro más que el de descubrir si existió vida en Marte. Bajo esta exploración, hay zonas que no pueden investigarse, debido a tratados espaciales que así lo prohíben.
A esos espacios dentro de Marte se los conoce como “regionales especiales” y “regiones inciertas”. Hay algunas voces que solicitan flexibilizar los parámetros de protección planetaria para que los costes de las misiones a Marte sean más bajos. No obstante, podría no ser una idea muy acertada.
Lo puso de manifiesto el róver Perseverance al hallar biofirmas compatibles con potenciales formas de vida marcianas. Un gran descubrimiento. Aun así, todavía hay que descartar que su presencia en Marte no sea producto de una posible contaminación terrestre.
Limitaciones a los viajes a Marte
Cuando tuvo lugar la carrera espacial del siglo XX, Estados Unidos, la Unión Soviética y el Reino Unido procedieron a la firma del Tratado del Espacio Exterior de la ONU de 1967. Entonces, se incorporó una sección en la que se prohibía la exploración potencialmente peligrosa de los cuerpos del Sistema Solar. Se llegó al acuerdo de que los Estados Partes debían efectuar sus análisis y exploraciones del espacio exterior, abarcando tanto la Luna como otros cuerpos celestes, para impedir que se concretara en el lugar de estudio una contaminación nociva y posibles cambios adversos en el medio ambiente de la Tierra por el ingreso de recursos extraterrestres.
Tomar recaudos extremos es vital para determinar si efectivamente existe o ha existido vida en otros planetas como Marte. Cada una de las naves que salen de la atmósfera de la Tierra pasan por un minucioso proceso de desinfección. No obstante, existen microorganismos capaces de sobrevivir. El concepto de Regiones Especiales tiene detrás al Comité de Investigaciones Espaciales (COSPAR). Estos espacios quedaron delimitados como “aquellos lugares donde las condiciones ambientales, particularmente por la presencia de humedad y calor, podrían ser adecuadas para el crecimiento microbiano como lo entendemos en la Tierra”.
Regiones inciertas y especiales de Marte
Por ende, en el caso de Marte, se referencia a todas las áreas con un alto potencial de vida pasada o presente. Actualmente, en Marte, no se ha hallado ninguna zona que cumpla al 100% con los criterios establecidos, pero sí existen zonas catalogadas como “regiones inciertas” que, después de estudios más concretos, podrían clasificarse como regiones especiales. Entre esas zonas se hallan las líneas de pendiente recurrentes (RSL). Se tratan de rayas estrechas y oscuras que surgen estacionalmente en Marte.
También se han interceptado océanos de agua bajo la superficie. Sin embargo, no se consideran de acceso fácil para ninguna misión programada. El ingreso hacia esas capas de Marte demandaría un trabajo de perforación muy complejo. Así las cosas, el planeta rojo sigue siendo un importante objeto de estudio para el ser humano con el que hay que tomar los recaudos necesarios. Por otra parte, se asegura que quizás Elon Musk nunca diga “hola” a Marte.
