Parece que el espacio, ya no es un tema de la ciencia y naciones potencias, ahora podría servir para el comercio, de nada más y nada menos que la minería lunar. Y México podría ser parte de este proyecto con la NASA, así que prepárate para minar el espacio dentro de muy poco.
¿Por qué quieren hacer la minería lunar? ¿Ya no tenemos nada en la Tierra?
Parece que estamos dejando al planeta tan desolado con estas acciones, que tenemos que buscar recursos en el espacio. Hay una nueva carrera lunar en la que empresas privadas compiten para descubrir cómo extraer los recursos de la Luna y potencialmente venderlos a los gobiernos.
Ahora, una empresa estadounidense Interlune, con sede en Seattle, ha anunciado su ambicioso proyecto Prospect Moon, con el cual pretende extraer helio-3 de la Luna en 2027, un recurso escaso en la Tierra, pero abundante en el satélite natural.
La riqueza de metales raros de la Luna, esenciales para tecnologías como los teléfonos inteligentes, también significa que la minería lunar podría aliviar la presión sobre las bajas reservas de la Tierra. Pero, ¿qué consecuencias nos traería esto?
En primer lugar, que la exploración espacial se convierta en una carrera comercial, podría contribuir a que el descubrimiento científico se detenga y se enfoquen solo en el comercio. También hay que evaluar los riesgos en contaminación y alteración del sistema lunar.
El helio-3 es un isótopo valioso por sus posibles aplicaciones en reactores de fusión nuclear y computación cuántica. Su rareza en nuestro planeta, contrasta con su abundancia en la Luna, donde ha quedado atrapado por la constante exposición al viento solar.
¿Cómo se hará la minería lunar? Este es el plan de exploración
Su valor, estimado en hasta 20 millones de dólares por kilogramo, despierta gran interés comercial. Sin embargo, extraer este recurso no es sencillo. El regolito lunar debe calentarse en grandes volúmenes para liberar el isótopo, lo que supone un alto coste energético.
Además, la viabilidad del proyecto está en duda. Las muestras traídas por las misiones Apolo solo contenían pequeñas cantidades de helio-3, y los datos actuales no confirman si hay suficiente cantidad para justificar la inversión de la explotación minera.
La empresa se ha negado a revelar el lugar de la Luna, al que apunta por razones competitivas, limitándose a mencionar que se encontraba cerca del ecuador. Además, no se centrará en la abundancia relativa de helio-3 cerca del polo sur lunar, debido a las dificultades de operar en ese entorno.
¿Qué tan ético y beneficioso es minar en la Luna? Estas serían algunas de sus consecuencias
Más allá de los desafíos tecnológicos y financieros, el proyecto plantea dilemas éticos y legales. Aunque el Tratado del Espacio de 1967 prohíbe reclamar soberanía sobre la Luna, no existe una regulación clara sobre la propiedad de los recursos lunares.
¿Será que haremos más mal que bien? Ya estamos siendo bombardeados por la basura espacial, ahora podríamos dañar con la minería a la Luna. Cuando se extrae material de la Luna, se levanta polvo. Sin una atmósfera que lo frene, este polvo lunar puede viajar grandes distancias.
La alteración del polvo lunar, implica que algunas zonas de la Luna pueden aparecer más brillantes donde el polvo se ha levantado, mientras que otras pueden aparecer más opacas si el polvo se deposita de nuevo sobre la superficie. Incluso a pequeña escala podrían crear cambios visibles.
Además, ¿qué pasará con los trabajadores? Trabajar en condiciones de baja gravedad conlleva riesgos para la salud, que ya han sido comprobados por estos roedores. Así que, lo mejor es usar solo equipos como robots que requieren grandes inversiones.
Sin duda, la Luna ofrece un potencial para la minería lunar, pero la historia nos ha mostrado las consecuencias de la explotación descontrolada. Antes de explotar la Luna, debemos establecer regulaciones sólidas que prioricen la equidad, la seguridad y los derechos humanos.